El modelo de data center en colocation no es nuevo. Desde hace tiempo las empresas han recurrido a procesos conocidos como housing o server homing para alojar sus servidores, es decir, han externalizado sus equipos de TI a un centro de datos de terceros. Sin embargo, con el protagonismo de la Península Ibérica como hub digital del Sur de Europa provocado por la llegada de nuevos cables submarinos y puntos de intercambio y el desembarco en nuestro país de los grandes hiperescalares y sus potentes nubes públicas, los conocidos como “colo” han ido creciendo, aumentado tanto el espacio como las prestaciones de sus instalaciones convirtiéndose en una alternativa cada vez más atractiva para las organizaciones frente a los CPD in house.
No en vano, las ventajas que aporta esta modalidad son interesantes pues la empresa en cuestión “coloca” sus servidores en una instalación que cuenta con las prestaciones necesarias para garantizar el rendimiento de un data center: energía, refrigeración, seguridad física, conectividad… Esto quiere decir que están a la última en certificaciones, eficiencia energética o protección para asegurar el mantenimiento y la operativa del centro. Del otro lado, también tiene algunos “peros” que echan para atrás a algunos clientes que requieren, por cuestiones de latencia y normativa tener sus propios data center cerca.
Y es que, las necesidades de cada negocio son las que mandan. Ni todo tiene que estar en la nube, ni externalizado ni en casa. Dependerá de muchos factores que cada compañía debe valorar y sopesar.
Para tratar estos asuntos,Data Center Market, junto conData4 eIAAS Datacenter, organizó un almuerzo de trabajo con clientes. A la cita acudieron representantes de Cacesa, Grupo GSS-Covisian, Grupo Tragsa, Heineken España, Kruk, Madrid Digital, Metro de Madrid, Nippon Gases, Pons, el Servicio Madrileño de Salud, la UNED y la Universidad Carlos III de Madrid.
En las próximas semanas estarán disponibles las principales conclusiones de este encuentro.
