La pandemia ha sido el gran acelerador, para que los CEO y directores generales vean los beneficios de disponer de departamentos de tecnología potentes y por lo tanto apuesten decididamente por ellos. Según un estudio llevado a cabo por la consultora TIC Setesca, las empresas están apostando por aumentar la inversión, gasto y personal en los departamentos de tecnología. Incluso se ha llegado a ofrecer a los departamentos TIC otras responsabilidades como organización y el plan de riesgos de la empresa. Del mismo modo, la necesidad de adaptar los negocios a la crisis de COVID, a la aceleración del mercado posterior y a la crisis de la guerra en Ucrania, hace que las tecnologías más operacionales primen sobre modelos tecnológicos más innovadores. En este contexto, ¿cuáles son las líneas estratégicas? ¿sobre qué áreas y tecnologías se va a apostar en los próximos meses?
Estabilización y adecuación de infraestructuras de sistemas de información
Uno de los principales objetivos que tienen en mente las compañías es estabilizar y adecuar las infraestructuras de la información con el objetivo de hacerlas más sólidas y flexibles. El COVID ha demostrado la importancia de disponer de infraestructuras adaptadas al teletrabajo, a un crecimiento de negocio muy rápido, pero flexible y estar abiertas y preparadas para modelos de segmentación de servicios y servidores, e incluso para modelos de fusión o venta de compañías. El estudio de Setesca confirma que la acción prioritaria es la adopción parcial o total de cloud y dentro del mismo, se observa un crecimiento muy elevado de Azure de Microsoft como una de las soluciones preferidas.
Inversión en ciberseguridad
La ciberseguridad se ha convertido en una prioridad para las empresas y así lo ratifica el estudio llevado a cabo por Setesca. Así, en los próximos meses, se espera que entre el 20 y el 40% de las inversiones IT se dirijan a mejorar las soluciones de ciberseguridad de la compañía. La gran proliferación de amenazas, la notoriedad de las mismas en los medios de comunicación y el impacto en costes de producción y reputacional para las empresas, hace que la revisión y mejora de los sistemas existentes sea una exigencia para el CIO. Hay que demostrar proactividad frente a la situación actual, es básico también para la reputación del CIO.
Hiperautomatización
Las empresas están exigiendo a sus departamentos TIC añadir la máxima eficiencia a los procesos de negocio con el fin de simplificar la forma de trabajar. En este proceso se opta por la automatización y se aprovecha las posibilidades de los RPA y la Inteligencia artificial.
Orientación al cliente
Las empresas han aprendido que no pueden evitar el cambio de hábitos de consumo de los clientes y por lo tanto están adaptando sus estructuras y sus modelos de trabajo a lo que el cliente mejor perciba. Para ello se esperan mayores inversiones en CRM, en segmentación avanzada de clientes, en modelos predictivos de comportamiento de clientes y más simplificación y mejora de la UX (User experience).
Orientación al dato
Tal y como refleja el estudio llevado a cabo por Setesca, las empresas intentan promover modelos de toma de decisiones donde el hecho, el dato (por muy contraintuitivo que sea) sea un factor determinante. Al mismo tiempo, se intenta que el dato sustituya (o enriquezca) el modelo de toma de decisiones basado en la experiencia o incluso en la intuición.