Desde 2010, el número de usuarios de Internet en todo el mundo se ha duplicado, y se espera que para 2022 el tráfico global se incremente a razón de 4,2 zettabytes por año, al tiempo que las conexiones móviles y de IoT se multiplican. Estas tendencias reflejan una digitalización exponencial que se cimenta en la nube y se traduce en una creciente demanda de centros de datos. Como consecuencia, la industria cloud se enfrenta a un importante desafío: seguir escalando la capacidad de computación –factor clave para avanzar hacia un modelo de economía digital–, a la vez que se reducen las emisiones de carbono para preservar el planeta.
“Los centros de datos deben ser parte de la solución para una amplia descarbonización, pero los desafíos climáticos a los que nos enfrentamos no serán resueltos por una sola empresa o industria. Nuestra misión es encontrar formas de mejorar las operaciones de nuestros centros de datos, compartir estos aprendizajes con la industria de la nube al completo, y empoderar a nuestros clientes y socios a través de herramientas para medir sus progresos en sostenibilidad”, afirma Noelle Walsh, vicepresidenta corporativa de Operaciones Cloud e Innovación de Microsoft.
“Es difícil mejorar o cambiar lo que no se puede medir. El mundo necesita estándares globales, una base común para garantizar que las emisiones de carbono se midan de manera precisa, consistente y confiable a nivel mundial, y soluciones tecnológicas innovadoras para reducir las emisiones de carbono y nuestro impacto ambiental”, añade Walsh.
Para avanzar en el objetivo Net Zero (cero emisiones netas), Microsoft no solo está realizando fuertes inversiones en I+D para sus infraestructuras cloud y compartiendo su experiencia en este campo, sino que también quiere ayudar a las organizaciones a registrar, informar y reducir de manera más efectiva sus emisiones de carbono. Para ello, lanza la preview de Microsoft Cloud for Sustainability, una nube especializada que ofrece a las organizaciones la capacidad de acceder a un conjunto de conocimientos completos, integrados y automatizados para acelerar cada etapa de su camino hacia la sostenibilidad.
Microsoft entiende la lucha contra el cambio climático y por la sostenibilidad como un viaje que se debe hacer en conjunto: “De la mano de nuestros partners y clientes, podemos alcanzar el cero neto y crear el camino hacia las emisiones de carbono negativas. Para conseguirlo, tenemos que compartir nuestros aprendizajes y progresos, y crear nuevas soluciones que permitan comparar dónde estamos hoy y hacia dónde vamos, poniéndolas a disposición de todos”, insiste la vicepresidenta corporativa de Operaciones Cloud e Innovación de la compañía.
El futuro del centro de datos
A medida que la demanda de la nube en los sectores público y privado continúa creciendo, es fundamental dedicar recursos a encontrar soluciones creativas e innovadoras para poder cumplir con los ambiciosos objetivos de sostenibilidad.
Hoy, la migración a Azure ofrece una solución más sostenible, que es hasta un 98% más eficiente en cuanto a emisiones de carbono y hasta un 93% en términos de consumo energético que los centros de datos tradicionales. Sin embargo, el compromiso de Microsoft va más allá: es ser negativo en emisiones de carbono para 2030 y, para 2050, eliminar del medioambiente todo el carbono que la compañía ha emitido directamente o por consumo eléctrico desde su fundación en 1975.
Compromiso de Microsoft: ser negativo en emisiones de carbono para 2030 y, para 2050, eliminar del medioambiente todo el carbono que la compañía ha emitido directamente o por consumo eléctrico desde su fundación en 1975
Para ello, ha puesto en marcha distintas iniciativas que, además, pueden ayudar al sector a definir el futuro de los centros de datos. Algunas de las más significativas son las siguientes:
- Reducir el uso de agua en las operaciones del centro de datos en un 95% para 2024 y ser positivos en agua para 2030: Microsoft trabaja para lograr la máxima optimización de consumo, adaptándose al clima existente en cada lugar del mundo. Así, este proyecto tiene el potencial de eliminar el uso de agua para la refrigeración de los centros de datos en regiones como Ámsterdam, Dublín, Virginia o Chicago, mientras reduce su empleo en zonas desérticas hasta en un 60%.
- Investigación continua en refrigeración por inmersión como alternativa al uso del agua: Microsoft ha sido el primer proveedor cloud que ha utilizado la refrigeración por inmersión líquida de dos fases en un entorno de producción, lo que demuestra su viabilidad para un uso más amplio. Además, se está estudiando su aplicación en escenarios de overclocking. Esto demuestra que este tipo de refrigeración líquida se puede aprovechar no solo para fines de sostenibilidad, sino también para lograr mayor rendimiento de los chips en cargas de trabajo avanzadas de Inteligencia Artificial y machine learning y crear servidores más densamente empaquetados en espacios más pequeños. Además, el uso de esta técnica de refrigeración puede aumentar la vida útil de los chips en un 20%, lo cual contribuye a un mejor aprovechamiento del hardware y una mayor sostenibilidad.
- Diseño de centros de datos que apoyen los ecosistemas locales: Microsoft ha estado evaluando el comportamiento del ecosistema en 12 regiones de centros de datos en términos de cantidad y calidad del agua, aire, carbono, clima o biodiversidad. El propósito es renovar y revitalizar el área circundante para proporcionar un valor regenerativo a la comunidad local y el medioambiente. Los resultados de esta investigación ya están ayudando a configurar uno de sus primeros proyectos en el norte de Holanda.
- Reducir la huella de carbono en el diseño y la construcción de los centros de datos: el carbono asociado a los materiales y procesos de construcción representa al menos el 11% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero a lo largo de todo el ciclo de vida de un edificio o infraestructura, según los últimos datos de la Alianza Global para Edificios y Construcción. Microsoft planea construir entre 50 y 100 nuevos centros de datos cada año y, gracias a la calculadora EC3 desarrollada por Building Transparency, estima que puede reducir el carbono incorporado en el hormigón y el acero utilizados en un 30-60 por ciento. Internamente, el Proyecto Zerix avanza en la investigación de plásticos biodegradables, placas de circuito impreso sostenibles y biohormigón para abordar todas las etapas del ciclo de vida de los centros de datos.
“Nuestro progreso actual es posible gracias a las inversiones que hemos realizado en el desarrollo de centros de datos avanzados y el co-desarrollo, en colaboración con nuestros partners, de soluciones y herramientas basadas en la nube que podemos utilizar en nuestras operaciones directas y que también están disponibles para el mercado en general”, comenta Noelle Walsh.