Inmersos en el inicio de septiembre, nos encontramos en la época de tormentas de verano por excelencia. En estos días, las altas temperaturas calientan un aire que, al ser menos denso, se eleva y se condensa en gotas de forma inmediata tras chocar con el aire frío, dando lugar a lluvias repentinas que pillan de improvisto a viandantes y trabajadores quienes, aunque refugiados en sus lugares de trabajo, pueden sufrir igualmente sus consecuencias.
En este sentido, las condiciones meteorológicas que caracterizan el inicio del curso este año podrían afectar a nuestra actividad laboral de forma significativamente mayor que en años anteriores. Aquí hablamos, concretamente, del riesgo que suponen las tormentas a la hora de generar daños eléctricos.
En un año en el que el porcentaje de personas que teletrabajan en España se ha elevado sin precedentes –ha registrado un aumento del 6% al 26% durante los últimos meses según el último estudio de Fotocasa Research– es preciso tener presente este peligro tan común y que podría alcanzar a nuestra nueva oficina en casa en cualquier momento.
Tormentas y teletrabajo, mala combinación
La causa de los daños eléctricos durante una tormenta suele ser la sobretensión o inducción generada por un rayo, tanto por su caída cerca del lugar asegurado o bien sobre una línea de conducción eléctrica o estaciones transformadoras. Una tormenta eléctrica puede dar lugar a perturbaciones transitorias, interrupciones de suministro, bajadas o subidas de tensión u otras fluctuaciones de corriente igualmente perjudiciales.
Para evitar el daño en los equipos, y su destrucción en último término, además del coste asociado al tiempo de inactividad, Eaton recuerda el potencial que juegan los SAIs como elementos de protección durante todo el año, y especialmente en esta época.
El SAI como elemento de protección imprescindible en las oficinas en casa
En un escenario donde el trabajo remoto no deja de proliferar, contar con un sistema de alimentación ininterrumpida (SAI) permite evitar daños causados por cortes de energía en los equipos electrónicos. El SAI se instala entre la red y el equipo eléctrico, protegiendo así los problemas de suministro que puede sufrir el dispositivo y el daño inducido por la electricidad, de forma que, durante un fallo, este aparato continuará abasteciendo de electricidad gracias a su batería, evitando cualquier percance o pérdida de información sensible.
Para que la implantación de este sistema sea la adecuada, Eaton recomienda calcular la potencia total de todos los dispositivos a los que debe proteger el SAI, teniendo siempre en cuenta siempre que la de éste debe ser superior, y elegir un producto específicamente diseñado para el hogar.
“La cantidad de energía necesaria para dar lugar a un rayo tiene la capacidad de dañar, e incluso destruir, equipos sensibles. Si tenemos en cuenta que nuestra actividad se ha vuelto, en un gran porcentaje de casos, totalmente dependiente de la disponibilidad continua de suministro eléctrico, es preciso adoptar medidas para evitar cualquier perjuicio inesperado que interrumpa nuestra actividad laboral”, comenta Jordi Cuesta, IT Channel Sales Manager en Eaton. “Además de servir como el perfecto respaldo de energía, muchos modelos de SAIs también mejoran la calidad del voltaje en un uso normal, lo cual beneficia por partida doble: tanto en el día a día como en casos de urgencia”, concluye.