La disminución de los ingresos (49%) y el impacto negativo en la reputación (52%) son las mayores preocupaciones a medida que las empresas se transforman en negocios de software y se trasladan a la nube, según las respuestas obtenidas en una encuesta global independiente encargada por la compañía de inteligencia de software Dynatrace. El estudio se ha realizado entre 800 CIO y revela que la transformación digital, la migración a la nube empresarial y la creciente demanda de los clientes están creando un aumento en la complejidad de TI y los costes asociados a su gestión, con la consiguiente preocupación de ellos en el rendimiento y en el propio negocio.
Para luchar contra estos temores, los equipos de TI dedican un promedio del 33% de su tiempo a los problemas de rendimiento lo que supone un gasto de 3,3 millones de dólares anuales, frente a los 2,5 de 2018, con un incremento del 34%. Para combatir esta situación, el 88% de los responsables encuestados aseguraron que el uso de la IA es crítico para dominar la complejidad creciente.
El software está transformando todos los negocios
La forma en que las empresas interactúan con sus clientes y aseguran experiencias de calidad para optimizar los ingresos está sustentada en las aplicaciones y los entornos híbridos multinube. El éxito o el fracaso se reduce al software y la presión para “administrar el negocio” correctamente tiene impactos significativos en los profesionales de TI. De hecho, el 44% de los CIO teme las amenazas sobre el negocio si no son capaces de gestionar correctamente el rendimiento de la tecnología. Por otro lado, a medida que la complejidad siga creciendo, el 74% de ellos opina que llegará a ser extremadamente difícil administrar el rendimiento de manera eficiente.
Las estratificaciones que aumentan la complejidad
La base de esta revolución del software es la nube empresarial, lo que permite a las empresas innovar más rápido y satisfacer mejor las necesidades de los clientes. La nube empresarial es dinámica, híbrida, multinube y a escala web contiene cientos de tecnologías, millones de líneas de código y miles de millones de dependencias. Trasladarse a ella no es simple ya que requiere un cambio fundamental en la forma en que se crean, implantan y operan las aplicaciones. En este sentido, la mayoría de los responsables de tecnología señala que en los próximos 12 meses utilizará microservicios (88%), contenedores (86%), computación sin servidor (85%), PaaS (89%), SaaS (94%), IaaS (91%) y nube privada (95%). .
La era del cliente aumenta la presión
Estamos en la era del cliente y el servicio de alta calidad es primordial debido a la facilidad con que pueden probar ofertas de los competidores competitivas o compartir su experiencia a través de las redes sociales. La investigación destaca hasta qué punto las empresas se enfrentan a la complejidad tecnológica para asegurar la calidad de la experiencia.
Los equipos de TI están sintiendo la tensión
Todo ello está ejerciendo una presión colectiva sobre los equipos de TI. Según el estudio, el 76% de los directores de tecnología afirma no tener visibilidad completa del rendimiento de las aplicaciones en arquitecturas nativas de la nube, el 78% argumenta dedicar un 33% de su tiempo a configurar la supervisión de los diferentes entornos en la nube y a resolver problemas de rendimiento.
Buscar la respuesta en la IA
Explorando el antídoto potencial para estos desafíos, la investigación revela además que el 88% de los responsables de tecnología afirma que la Inteligencia Artificial será fundamental para controlar la complejidad creciente. Según Bernd Greifeneder, fundador y CTO de Dynatrace “a medida que la complejidad crece más allá de las capacidades de los equipos de TI, invertir en más recursos humanos ya no funciona. Las organizaciones necesitan un enfoque radicalmente diferente y por ello –añade Greifeneder–, nos reinventamos desde cero creando una plataforma todo en uno con IA en el núcleo. Dynatrace Software Intelligence Platform, detecta y captura automáticamente datos de aplicaciones, contenedores, servicios, procesos e infraestructura y asigna automáticamente los miles de millones de dependencias e interconexiones entre ellos. Por último –dice Greifeneder-, su motor de IA, Davis, analiza estos datos y sus dependencias en tiempo real para proporcionar al instante respuestas precisas. Este nivel de automatización e inteligencia permite a los equipos desarrollar software más rápido, automatizar las operaciones y ofrecer mejores resultados empresariales“.