Ante la alarma que ha creado la noticia de la posible escasez de procesadores Intel de gama alta, la compañía ha reaccionado con rapidez para atajar posibles dudas. Bob Swan, director financiero y consejero delegado interino de la firma, ha publicado una carta abierta a clientes y partners en la que asegura que Intel podrá garantizar el suministro para poder cumplir con las estimaciones de ingresos.
Según los datos que facilita el directivo, las ventas de PC durante el segundo trimestre del año crecieron a escala mundial por vez primera en seis años impulsadas por la fuerte demanda de equipos tanto comerciales como de consumo. “Este año esperamos un modesto aumento del mercado total objetivo (TAM) por primera vez desde 2011”.
Este “sorprendente” e inesperada recuperación, como él mismo reconoce, está aumentando la presión en las fábricas de Intel. En este sentido Intel está “priorizando” la producción de procesadores Xeon y Core para poder dar respuesta a las demandas de equipos de alto rendimiento del mercado. Como consecuencia de lo anterior, el suministro va a ser sin duda más ajustado, sobre todo en el terreno de los PC básicos. “Vamos a poder garantizar el suministro para cumplir con las estimaciones del año completo que anunciamos en el mes de julio y que fijamos en 4.500 millones de dólares por encima de las expectativas comunicadas en enero”.
La firma tiene previsto destinar 1.000 millones de dólares a las instalaciones de fabricación basadas en tecnología de 14 nanómetros en Oregon, Arizona, Irlanda e Israel. Este capital va a permitir incrementar la capacidad de suministro para responder a una demanda cada vez mayor. En la misma línea la firma asegura que está realizando progresos con la tecnología de 10 nanómetros con el objetivo de alcanzar la producción a gran escala a partir de 2019.
