Una bomba informativa de la mano, cómo no, de Bloomberg, aunque ya se venía barruntando en algunos corrillos de Internet. Apple ha puesto en marcha la iniciativa, denominada con el código Kalamata, con el fin conseguir que todos sus dispositivos (Mac, iPhone, iPad) trabajen de una forma semejante y ‘sin costuras’ entre sí. Para conseguir este propósito, la solución es implantar la misma arquitectura de procesador, introduciendo chips propios, lo que supone colateralmente despedirse de su proveedor Intel. Por tanto, Apple implantará sus chips en los Mac a partir de 2020.
Precisamente, los expertos destacan que este movimiento sería un duro golpe para Intel “cuya alianza ayudó a revivir el éxito de los Apple Mac” y que perdería el 5% de su facturación. De hecho, las acciones han bajado un 9,2% la mayor caída de los dos últimos años. El precio de la acción se situaba hace dos días en 48,75 dólares, si bien ha repuntado en la jornada de ayer hasta los 49,99 dólares.
iPhone, iPad, iWatch y televisores de Apple utilizan procesadores propios basados en la tecnología ARM
En la actualidad, todos los iPhone, iPad, iWatch y televisores de Apple utilizan procesadores propios basados en la tecnología ARM. La transferencia al mundo Mac, le permitirá a la firma de Cupertino dejar de depender de la hoja de ruta de Intel y controlar su mercado de hardware, algo que ha ido implícito en su filosofía corporativa, reviviendo la época del PowerPC, cuando fabricaba chips en unión de IBM y Motorola. Shannon Cross, un analista de prestigio en EEUU, está convencido que la idea de Apple es integrar aún más sus plataformas de hardware y software.
El cambio también le permitirá incorporar más rápidamente nuevas funcionalidades en todos sus productos para destacarse de sus más directos competidores (Dell Technologies, HP, Lenovo o Asus) que ‘viven’ bajo el paraguas de Intel. Otra mejora sería la integración más estrecha entre el software y hardware, dando como resultado sistemas con una mejor duración de batería, similar a la de iPad.