La nube es ya para la práctica totalidad de las empresas un recurso tecnológico habitual. De hecho, según un informe elaborado por Penteo, la penetración del cloud computing en la empresa era en 2016 del 97%, Sin embargo, en muchos casos, la utilización de la nube era meramente testimonial o incluso desconocida. Hasta un 28% de las empresas tan solo depositaba un 5% de su tecnología en el cloud, tratándose, además, muchas veces, de servicios residuales o de los que los empresarios casi no eran conscientes, como Dropbox o Google Drive.
Sin embargo, en los dos últimos años la tendencia ha cambiado y las empresas han pasado a considerar la nube como un recurso verdaderamente importante en el que depositar gran parte de sus sistemas y las principales herramientas de sus negocios. Según un reciente informe de JP Morgan, actualmente el 16% de las operaciones de las empresas tienen lugar en la nube, pero tanto directivos como responsables de IT estiman que esta cifra superará el 40% en 2020.
El debate se está trasladando así a una nueva área. El ahorro de costes ya no es la principal razón por la que las empresas se plantean la migración de sus sistemas a cloud. Ahora son la flexibilidad, la escalabilidad y la productividad que la Nube puede aportar los argumentos que están impulsando el cambio. El cloud está pasando de ser una mera herramienta para reducir gastos, a convertirse en una solución estratégica sobre la que recaen algunos de los sistemas más críticos de las empresas.
“Hoy ya no debatimos sobre si el hardware o las soluciones cloud deben formar parte de la estrategia de negocio de las empresas, si no sobre qué porcentaje de sus tecnologías deben migrarse a la nube y cómo de rápido debe realizarse esa transición”, afirma Teresa Oliva, Directora del Área de Negocio Cloud y TI de Avanade en España. “Ahora los empresarios piensan en cómo crear nuevas oportunidades de negocio gracias al cloud y en cómo les va a permitir dinamizar sus procesos de transformación digital”.
Entre las tecnologías esenciales que empiezan a migrarse a la nube, los sistemas ERP y especialmente SAP están tomando una posición destacada. Este tipo de soluciones tecnológicas controlan la producción, logística, distribución, inventario, envíos, facturas y contabilidad de las compañías, y según los expertos de Avanade, la migración de estos sistemas críticos a la nube se traduce en beneficios claramente medibles en las siguientes áreas:
1. Hardware:Reducción de los costes totales de propiedad (TCO). Se estima que con la migración de sistemas SAP a Azure, la plataforma en la Nube de Microsoft, las empresas pueden alcanzar hasta un 70% de ahorro en compra y mantenimiento de hardware.
2. Nuevos entornos TI:Aprovisionamiento más rápido de entornos TI. Gracias a la nube se pueden crear o replicar entornos SAP para realizar pruebas y tests previos en minutos, en lugar de invertir días o semanas enteras en generar nuevos entornos en los que realizar ensayos de funcionamiento.
3. Almacenamiento: menores costes de almacenaje. Los competitivos precios que ofrecen los proveedores, así como la posibilidad de poner en marcha los sistemas rápidamente permiten ahorros de hasta el 60%.
“A día de hoy, hemos migrado más de 1,6 millones de flujos de trabajo a la nube. Estamos concibiendo e implementando estrategias, aplicaciones y ecosistemas de trabajo en cloud que permiten a las empresas disminuir sus costes, pero sobre todo mejoran su rendimiento. La nube como tecnología capaz de albergar sistemas críticos y herramienta clave para aumentar los beneficios empresariales es ya una realidad y una tendencia imparable”, sentenciaba Oliva.