El bombo y platillo generado alrededor de la transformación digital ha contribuido a hacer que sea percibida como un proceso que puede y debe completarse de la noche a la mañana. No obstante, este nuevo proyecto de investigación encargado por Claranet revela que la realidad es considerablemente distinta, con organizaciones que afrontan un amplio abanico de obstáculos organizativos, técnicos y operativos a la hora de implementar cambios. Según los proveedores de servicios gestionados, si los líderes de TI han de generar valor a sus empresas, deben centrarse en el cambio iterativo, poniendo sus aplicaciones e incremento de la automatización en el centro de la estrategia TI.
El informe – Beyond Digital Transformation: Reality check for European IT and Digital leaders –, publicado hoy, analiza las respuestas de 750 responsables de TI del Reino Unido, Francia, Alemania, España, Portugal y Benelux acerca de cómo sus negocios gestionan y alojan sus aplicaciones, y dónde se encuentran en cuanto a adaptarse a la nueva economía digital.
Entre los datos más reveladores encontramos que:
• El 93% declara que existen barreras internas que obstaculizan la implementación de cambios tecnológicos en la organización. La falta de competencias en el propio departamento de TI (34%), la falta de tiempo para implementar cambios (29%) y la falta de apoyo por parte de dirección (28%) son las principales;
• 8 de cada 10 (81%) cree que deberían experimentar más con nuevos procesos y tecnologías;
• El 48% cree que el departamento de TI está atascado en un modo reactivo;
• Más de la mitad (55%) afirma que sus aplicaciones consumen mucho tiempo y son difíciles de mantener;
• Solo el 10% de los participantes cree que su empresa es ágil en relación con su aproximación a los procesos de TI.
Sobre los resultados del informe, Michel Robert, Managing Director de Claranet UK, resalta cómo los líderes de negocios y de las TI tienen que afrontar grandes cantidades de presión en constante crecimiento, a la hora de transformar sus operaciones. Robert señala tres factores que están creando los nuevos imperativos para el cambio y que son los causantes de que las organizaciones no estén convencidas sobre el concepto de ‘transformación digital’: mayores niveles de competencia, el incremento de demandas de cliente y el decrecimiento de los niveles de tolerancia en cuanto a fallos e inflexibilidad de los sistemas de TI. “Para la mayoría”, afirma Robert, “llevará tiempo implementar este cambio y, mientras el cada vez más común concepto de ‘transformación digital’ evoca imágenes de metamorfosis de la noche a la mañana, este informe confirma que esta imagen, especialmente para las medianas empresas, es mucho más complicada”.
“Empresas de toda Europa están ciñéndose gradualmente a prácticas de TI más progresivas en sus operaciones y hay un claro reconocimiento de la importancia de las aplicaciones en la mejora de la experiencia de cliente (tanto interno como externo), pero existen barreras que frenan la adopción de estas prácticas,” continua. “Solo una de cada diez empresas europeas, aproximadamente, indican que sus aplicaciones y la infraestructura que las soporta se encuentran donde deben estar en términos de estabilidad, fiabilidad y capacidad de respuesta; los sistemas de TI aún están fragmentados en la mayoría de casos y los conjuntos de datos son enormemente dispares, convirtiendo en todo un reto extraer de ellos información de valor. Mientras la mayoría de las empresas europeas están en su camino hacia la transformación digital, les llevará un tiempo llegar a su destino”.
De hecho, el término ‘transformación digital’ no es apropiado, según Robert, y puede aumentar la distancia entre los departamentos de TI y de negocio: “éstos últimos, esperando un cambio de la noche a la mañana, y los otros luchando contra una cada vez más compleja infraestructura, una falta de competencias y presiones por recortes en gastos”, dice. Robert concluye afirmando que, en lugar de una aproximación de “big bang”, se aconseja a los líderes de las TI tomar una perspectiva más centrada en la iteración, desarrollando una filosofía de mejora continua para mantener un rendimiento competitivo sin tener que promulgar un cambio disruptivo periódicamente.
Los cambios radicales en los activos TI, explica Robert, suponen riesgos, proyectos abrumadores, raramente se ciñen al presupuesto y a menudo se alargan más de lo previsto. “Estamos viendo que adoptar una aproximación al cambio basada en la continuidad es la fórmula que siguen las empresas que están teniendo éxito”. Para Robert, los proveedores de confianza juegan un papel “vital” para estas empresas y señala dos razones principales: por un lado, libera al equipo de las cargas de mantenimiento y mejoras diarias, por lo que pueden dedicarse a proyectos estratégicos; por el otro, pueden dedicar sus especializaciones para determinar dónde dirigir las cargas de trabajo para generar mayor valor al negocio.