En esta serie de artículos dedicada a los grupos electrógenos como planta de emergencia de data centers, hemos revisado ya una importante colección de parámetros y características propias de este componente básico del sistema de alimentación eléctrica llegando, en esta novena entrega, a uno de los aspectos que, para nosotros, tiene una relevancia capital en el conjunto. Se trata de las pruebas y ensayos.
El grupo electrógeno es el último colchón de seguridad de la instalación eléctrica y, por ello, debe ofrecer la mayor de las garantías en cuanto a su funcionamiento
El grupo electrógeno es el último colchón de seguridad de la instalación eléctrica y, por ello, debe ofrecer la mayor de las garantías en cuanto a su funcionamiento y ello sólo es posible si durante su vida útil se le hace, digámoslo así, mantener un buen estado de forma. El grupo entra cuando el resto ya ha fallado, por lo que resultaría del todo desaconsejable que ese momento coincida con la rutinaria comprobación de que todo va bien en cuanto a su arranque y puesta en servicio.
Llevamos muchos años analizando instalaciones eléctricas de un cierto nivel de exigencia, tanto el sector de los data center como en otros de misión más o menos crítica, y una respuesta muy recurrente a nuestra pregunta de si se hacen pruebas de grupo era aquella de “lo arrancamos todas las semanas”.
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