La democratización de la información es uno de los principales motivos que ha impulsado el desarrollo de las bases de datos como servicio (DBaaS). Antiguamente, la labor de almacenar y analizar los datos era un trabajo especializado y realizado por equipos de profesionales. Pero con la aparición de todo tipo de nuevas aplicaciones, tanto de escritorio, como móviles o en la nube, todo el mundo puede ya guardar y analizar información. De hecho, cada vez tenemos a nuestro alcance más herramientas que incluso nos permiten analizar y utilizar nuestros propios datos.
Y es en este contexto donde surgen nuevos retos. Por ejemplo, ¿tienen los usuarios las herramientas, el personal y los conocimientos necesarios para gestionar los datos eficazmente? En un momento en el que las empresas ven cómo el volumen de información se duplica cada año, el hecho de disponer de los medios de almacenamiento necesarios puede llegar a ser algo complejo. Cuando el crecimiento es tan exponencial, seguir las reglas tradicionales de adquisición de unidades de almacenamiento es un riesgo muy grande, ya que puede que nunca sean suficientes.
Además, la decisión de adquirir las herramientas adecuadas para gestionar y analizar todos esos datos (que podrían llegarnos o no) supone hacer unas previsiones de futuro difíciles de concretar. La democratización de los datos está haciendo que el enfoque tradicional de poseer en propiedad los medios de almacenamiento sea algo que empiece a cuestionarse seriamente.
Paralelamente, otra de las ideas más tradicionales que también debe ser cuestionada es el hecho de que cada aplicación requiera su propia base de datos. Puede que esto fuera cierto en su día, pero ya no lo es. Esta forma de proceder constituye precisamente otro de los principales obstáculos a los que se enfrentan las empresas al tratar de gestionar los datos: su información se queda atrapada en silos.
Toda esta situación supone un enorme reto para clientes y usuarios finales. Por un lado, necesitan que los múltiples silos de los que disponen parezcan uno solo, pero también son muchos los proveedores que siguen prefiriendo que su propio silo exista por separado. Esto provoca una gran contradicción en las empresas ya que, aunque para alguna siga teniendo sentido que los datos se almacenen en silos, también son conscientes de que tienen que parecer una única fuente de información integrada y coherente.
Y es que la correcta toma de decisiones empresariales exige tener la capacidad de analizar cualquier dato en relación con todos los demás. Esta norma se aplica en todos los ámbitos, desde el consumidor individual que necesita un tipo de restaurante concreto, hasta el director regional de una multinacional que debe tomar una decisión importante. Y es fundamental que cualquiera de ellos pueda tomar su decisión de forma rápida. No tienen tiempo de esperar a que un equipo de analistas responda a su solicitud, teniendo en cuenta además que es muy probable que los datos que necesitan no estén en una pequeña base de datos local, sino en cualquier parte del mundo.
Es precisamente en este punto donde entra en juego el concepto de Base de Datos como Servicio basada en la nube. Esta tecnología permite crear cualquier cantidad de bases de datos diferentes, ya sea porque los datos se crean y se utilizan con mayor frecuencia en un lugar específico o porque necesiten ser almacenados en un sistema especializado. Los servicios en la nube facilitan tanto la organización como el acceso a los datos, siempre y cuando el usuario tenga los permisos adecuados.
El “servicio” clave aquí no es el almacenamiento de los datos, sino la capacidad de proporcionar a los usuarios los datos que necesitan en el lugar y el momento en que los necesitan, independientemente de dónde o cómo estén almacenados. Esto no quiere decir que el “cómo” hacerlo no sea obviamente relevante, pero desde el punto de vista del usuario final, lo realmente importante es tener los datos a su disposición. Es justo eso lo que puede generar nuevas fuentes de ingresos. Por eso es tan importante la tecnología de DBaaS.
Su gran ventaja es la flexibilidad que ofrece a cualquier empresa para gestionar los datos y modificar las búsquedas de forma instantánea. Además, al estar basada en la nube, el uso de DBaaS no exige a una empresa tener la experiencia necesaria en su propia plantilla esperando a hacer cualquier cambio que sea necesario.
Es cierto que otra alternativa puede ser optar por un servicio cloud totalmente privado para ejecutar los recursos de DBaaS. Esta opción suele ser adecuada para aquellos usuarios que tienen la seguridad, la confidencialidad y el rendimiento como requisitos más importantes, pero al mismo tiempo, esto puede entrar en conflicto con la flexibilidad para ampliar o reducir los servicios y el coste rápidamente según sean las necesidades de cada momento.
Por todo ello, optar por DBaaS como parte de un entorno de nube híbrida es la mejor opción para la mayoría de las empresas, ya que ofrece una combinación perfecta de flexibilidad, servicios y capacidad de gestión. Los principales proveedores de servicios cloud ya ofrecen esta tecnología (o no tardarán en hacerlo), lo que significa que los usuarios podrán elegir y fusionar servicios según sus necesidades puntuales.
No hay que olvidar que hay bases de datos que requieren un alto rendimiento y la capacidad de trabajar con formatos de archivo tradicionales, grandes volúmenes, distintos tamaños o datos tanto estructurados como no estructurados. La lista de posibilidades es muy larga y por ello es tan importante trabajar con un proveedor de servicios que pueda dar respuesta a todos estos requisitos. Y todo ello, con el valor añadido de estar en la nube, para que ninguna empresa sienta el riesgo de quedar atrapada por un contrato a largo plazo equivocado. Es cierto que la flexibilidad consiste en poder elegir la forma de analizar y gestionar los datos, pero también en tener la posibilidad de cambiar de opinión sin que ello suponga un grave perjuicio para la empresa.