Para 2025, el 90% de las empresas del G2000 exigirán materiales reutilizables en las cadenas de suministro de hardware de TI, objetivos de neutralidad de carbono para las instalaciones de los proveedores y un menor uso de energía como requisitos previos para hacer negocios, según IDC. Con esta previsión y viendo cómo evoluciona la crisis climática global hacia un problema cada vez mayor, los objetivos de sostenibilidad corporativa se están abriendo paso firmemente, convirtiéndose en prioritarios para las grandes empresas a la hora de liderar un cambio positivo. Las empresas de las economías globales están elaborando estrategias alineadas con los objetivos del acuerdo de París como referente para establecer los mínimos objetivos, reconociendo así la necesidad urgente de reducir la emisión de carbono.
El sector del data center consume energía eléctrica y es capaz de gestionar las correspondientes emisiones de carbono a través de medidas de eficiencia energéticas e innovaciones en el diseño. De hecho, algunos operadores se han comprometido a alcanzar un objetivo de consumir energía 100% renovable y la neutralidad de carbono. Muchos otros se comprometieron con el Pacto verde de la Unión Europea para conseguir una neutralidad de carbono total en los data centers para 2030. Durante este año está previsto que la economía digital continúe expandiéndose y acelerándose, consolidando a los data centers en una posición clave, siempre bajo la responsabilidad de generar un impacto ambiental positivo.
Existen multitud de formas potenciales en las que los data centers pueden tener un impacto ambiental positivo: oportunidades indirectas para influir en el desarrollo de plataformas de alojamiento que pueden combinar con precisión pronósticos meteorológicos; patrones de uso y demanda; capacidades como el desbordamiento de carga; utilizar energía residual en forma de calor para sustituir la demanda de energía local, a modo de acciones específicas que incluyen el aprovechamiento de grandes soluciones de almacenamiento de energía en el sitio que brindan; sin olvidarnos del uso de fuentes de energía instantáneas y flexibles.
Un claro compromiso con el medioambiente
Poniendo el foco en la sostenibilidad, produciremos un cambio hacia los estándares de infraestructura de los data centers abiertos, desde el diseño y la operación hasta la administración de energía y las celdas de combustible y la refrigeración de última generación. Esta tendencia está acelerando la innovación del data center y, al reducir las barreras que enfrentan los proveedores de equipos en el desarrollo de plataformas para servir instalaciones de data centers, asumen un papel muy importante hacia la positividad de la red. En España ya estamos dando pasos de gigante ya que nuestros Equinix IBX data centers operan con un 100% de energía renovable.
Ir de la neutralidad al impacto positivo necesita previamente de un enfoque impulsado por la tecnología y de la construcción de ecosistemas tanto globales como locales de todas las partes que participan en el proceso. La aparición de aplicaciones de última generación que requieren latencias de ida y vuelta ultra bajas y la convergencia de esta tendencia darán lugar, a largo plazo, a un cambio en las ubicaciones de los data centers. La próxima generación de data centers servirá como ecosistema resiliente para la computación, la conectividad y la energía.
Al ritmo que las tecnologías vayan avanzando, se dará una confluencia de múltiples factores: la creciente urgencia de resolver el cambio climático, los desafíos asociados del almacenamiento de datos creciente y las plataformas de nueva aparición que requieren de una latencia cada vez menor. Todo ello, junto a la necesidad de acercar los recursos informáticos y de red a edge, generará una nueva clase de proyectos de data centers positivos.