“HTTP 404 No encontrado”, es probable que alguna vez te hayas topado con estas cuatro palabras navegando por Internet. La “red de redes” sigue siendo la gran herramienta de nuestra vida cotidiana, el mayor almacén de información, datos y contenidos a través del cual nos comunicamos con familiares, amigos y compañeros de trabajo, para aprender, para desarrollar nuestra profesión o para gestionar nuestras vidas. Pero el almacenamiento y acceso a este contenido es limitado y cada vez más complejo debido a la gran distancia que existe entre el punto de encuentro de toda esta información y los usuarios.
Este conocido mensaje nos devuelve la peor de las respuestas posibles cuando realizamos una búsqueda: recurso no encontrado. Y es que Internet también necesita seguir avanzando para adaptarse a la demanda de millones de usuarios alrededor de todo el planeta y, quién sabe en un futuro, de fuera de nuestras fronteras. En este sentido la innovadora tecnología IPFS, o Sistema de Archivos Interplanetarios, propone un modelo disruptivo con el objetivo de hacer más rápido, óptimo y resistente, tanto el almacenamiento de recursos, como su acceso a través de Internet.
Más allá de parecer un relato propio de las grandes historias de Ciencia Ficción, el IPFS, debe su particular nombre a un planteamiento que está alineado con su ambicioso propósito: el de facilitar el trasiego de ficheros entre ubicaciones remotas, como el que podría tener lugar en sistemas de comunicaciones entre distintos planetas -. Para ello, desacopla lo que es la URL o dirección web, la ubicación física del fichero y su contenido – que es lo que a menudo verdaderamente importa -.
Para entenderlo, y con este escenario en mente, si desde un planeta distante necesitamos recuperar un fichero ubicado en la tierra mediante su URL, tendremos que hacer una petición que teóricamente puede tardar minutos en ir y volver hasta darnos una respuesta. Este mismo proceso se repetiría cada vez que el mismo fichero fuese solicitado desde este u otro planeta.
IPFS se plantea hacer más rápido el acceso a los recursos, facilitando su descarga desde ubicaciones más cercanas que ya tienen una copia de la información. De esta forma, otros planetas no tendrían que esperar respuesta a su petición desde la Tierra, sino que lo harían sucesivamente sólo desde la ubicación más cercana del recurso solicitado en cuestión.
Pero, ¿por qué necesitamos un sistema como el IPFS? ¿Por qué necesitamos un nuevo protocolo si ya disponemos de una gran cantidad de tecnologías que hoy en día nos garantizan el acceso a recursos por internet?
Una de las principales razones es la de ofrecer una alternativa al direccionamiento tradicional de Internet. Un direccionamiento basado en la ubicación que puede suponer un problema si un recurso es eliminado, movido o actualizado dentro de un servidor. En cualquiera de estos casos nos encontraremos con el ya mencionado “error 404” indicando que ya no se encuentra en esa ubicación.
Como solución, el protocolo IPFS dirige las búsquedas sobre el contenido de los ficheros en lugar de en su ubicación, y de esta manera el recurso que queremos localizar siempre estará identificado, evitando así la posibilidad de obtener una respuesta no deseada. Además, el Sistema de Archivos Interplanetarios funciona como un entorno que autocertifica la integridad de los ficheros que se almacenan en la red.
El cambio de protocolo en las búsquedas y la autocertificación son precisamente los grandes beneficios que aporta esta innovadora tecnología a las distintas soluciones de negocio. De esta manera el IPFS se convierte en un potente elemento que podemos integrar dentro de la arquitectura de diferentes soluciones y servicios y que precisan de un modelo de almacenamiento ágil y rápido.
En este contexto, su aplicación y uso dentro de la empresa puede explotarse desde la propia estructura interna para optimizar los procesos con el despliegue de un entorno de trabajo corporativo y de cooperación entre los usuarios que permita la gestión de las diferentes versiones de un documento. De cara a los clientes esta integración permitirá ofrecer unos servicios más competitivos y eficientes.
Algunas de sus aplicaciones las podemos encontrar ya en sectores como el de la educación – titulaciones no alterables -, la seguridad – custodia y certificación de documentos-, la medicina – eliminar la duplicidad de expedientes médicos-, el gobierno – mantenimiento de documentos vigentes y emisión de comunicados -, el blockchain – explotación conjunta de los contratos Inteligentes y la capacidad de almacenamiento autocertificado – y el e-Gaming – acceso a recursos gráficos más cercanos para mejorar la experiencia de juego -.
Llamado a ser el futuro de Internet, ejemplos de uso más conocidos son el FileCpin, una aplicación del modelo de economía colaborativa para aprovechar espacio de almacenamiento disponible en Centros de Datos y Discos duros en general dispersos por todo el mundo, o la propia Wikipedia. La enciclopedia de internet ha utilizado la tecnología IPFS para facilitar el acceso a la información en zonas o jurisdicciones donde Wikipedia ha sido bloqueada.