En 2017, el grupo ING decidió ir un paso más allá y consolidar sus data centers y apostar por la nube privada. En línea con ese objetivo, la entidad en España ha desplegado en Global Switch un hub de conexión permanente para todos aquellos servicios que requieren una presencia local y una mayor cercanía con los proveedores de comunicaciones, mejorando la seguridad y la eficiencia de los servicios que ofrece a más de sus 4 millones de clientes. Además, refuerza la apuesta por la deslocalización de los centros de datos propios por entornos más flexibles, dinámicos y orientados a entregar valor constante a sus clientes.
La nube privada de ING, comúnmente conocida como IPC (ING Private Cloud), cumple con todos los controles de seguridad marcados por las políticas de riesgos no financieros del Grupo ING, y habilita la transformación digital de la compañía para hacer más eficiente y ágil el desarrollo de aplicaciones financieras ofrecidas a sus clientes. En este sentido, todos los países del grupo, incluido España, están reforzando su interés por la unificación de servicios mediante la migración de sus aplicaciones a esta nube privada, aunque con la vista puesta en un futuro híbrido con la nube pública.
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