La transformación digital es una de las prioridades empresariales en el momento actual. Sin embargo, este proceso transformador comenzó en algunas organizaciones hace años. Bankinter es uno de los claros ejemplos en el esfuerzo por innovar en este ámbito desde hace dos décadas, periodo en el cual ha marcado diversos hitos en innovación, convirtiéndose, así, en uno de los referentes de la banca digital española.
Bankinter nació en junio de 1965 como banco industrial fundado por Banco Santander y Bank of América y fue experimentando un crecimiento sostenido y mayoritariamente orgánico sin dejar de volcarse en su origen, la banca para empresas. Con más de medio siglo de vida, es, desde hace décadas, uno de los principales bancos del sistema financiero español y actualmente el sexto por tamaño. A ello se une que Bankinter es la entidad financiera más rentable del sector bancario y una de las más eficientes.
La vocación por la banca digital es una máxima que ha presidido el avance de Bankinter desde hace décadas. En 1985 ya contaba con banca electrónica y fue creciendo en este ámbito hasta convertirse en 1996 en la primera entidad en Banca por Internet, a través de la que ofrecía productos y servicios del banco en cualquier lugar del mundo, consagrándose la Red, ese mismo año, como un canal natural de comunicación con sus clientes. De esta forma, les permitía realizar operaciones bancarias en tiempo real (pagos y cobros, entre otras), mediante la conexión al ordenador central del banco. Poco después, en 1999, se convirtió en el primer banco que permitió la compraventa de acciones totalmente online a través de su Bróker. En ese año ya se canalizaban a través de Internet más del 15% de las transacciones del banco.
Hoy el 95% de los clientes de Bankinter son eminentemente digitales. Pero nada de ello hubiese sido posible sin que todo ese proceso dispusiera de un esqueleto básico para el procesamiento, almacenamiento y comunicación de todos los datos inherentes al proceso bancario y su relación con los clientes. Los centros de datos de Bankinter han desempeñado ese rol desde los años noventa, siguiendo un proceso de mejora continua y de adaptación que ha ido imponiendo la creciente exigencia sobre disponibilidad del servicio.
A lo largo del tiempo, Bankinter ha ido ejecutando una constante modernización de instalaciones y procesos, y como corazón de esta, la dotación de los medios y recursos necesarios para que los centros de Tres Cantos, Arroyo de la Vega y del paseo de la Castellana (donde se encuentra la sede del banco) dispongan de las máximas capacidades para dar cobertura a un servicio, en su momento prácticamente exclusivo, y hoy de demanda mayoritaria. La trayectoria de los centros de Bankinter ha sido trazada por un camino paralelo a la propia evolución en el estado del arte de los data centers a nivel internacional, disponiendo actualmente de unos registros de disponibilidad difícilmente superables.
Allá por los noventa, la máxima expresión de disponibilidad se buscaba mediante la adopción de sistemas de alimentación ininterrumpida en topología redundante paralela y, como tal, Bankinter asumió tal referencia como propia. Sin embargo, el paso del tiempo fue mostrando esa topología como insuficiente para entregar los crecientes niveles de disponibilidad que requería el sector y, a partir de 2003, el banco impulsó una transformación de sus diseños hacia sistemas de redundancia distribuida que siguen siendo la base de los diseños actuales. Esa iniciativa coincidió en el tiempo con la creación, dentro de la propia organización del banco y fruto de preocupación de Bankinter por sus entornos más críticos, de un departamento exclusivo para la gestión y operación de los centros, desde donde se promovieron y ejecutaron los distintos proyectos de transformación.
Así, a los proyectos de desdoblamiento de las ramas de alimentación eléctrica ininterrumpida que fueron implementados sucesivamente en las distintas ubicaciones, acompañaron numerosas actividades de mejora en la parte mecánica con la aplicación de las mejores prácticas en sistemas de cooling que se iban mostrando al mercado como imprescindibles para mejorar tanto el funcionamiento de los sistemas, como la eficiencia energética en su utilización y, por tanto, de los centros en general. La reconversión de racks y su posicionamiento en pasillos térmicos, la eliminación de bypass de aire y recirculaciones y el uso permanente, desde hace más de diez años, de herramientas CFD para la optimización en la implementación de nuevos equipos han sido algunas constantes en la evolución de los centros de Bankinter.
En los centros de Bankinter, la disponibilidad es un logro de amplias garantías, llegándose a niveles apreciablemente superiores a los publicados como resultados medios de entornos de máxima disponibilidad (Tier IV y análogos). De hecho, no son muy frecuentes en el sector sistemas como los que presenta el banco, dotados de doble alimentación externa de compañía equipados, además, con elementos de transferencia automática. Esta situación alcanza y mejora ostensiblemente los registros de otras topologías al uso en este tipo de entornos de alta criticidad.
Asimismo, y dadas las edades de los centros, la renovación de los componentes en las distintas localizaciones se ha ido realizando de forma escrupulosa en función de unos ciclos de vida que, obviamente, se han ido cumpliendo a lo largo de estos años. Además, en todos los casos en los que las actualizaciones se han realizado sobre topologías de doble suministro, los procesos se han llevado a cabo sin paso por cero, algo impensable todavía hace unos pocos años. La trayectoria descrita y la aportación del departamento de Inmuebles junto a sus asesores externos, entre los que podemos mencionar a PQC, presente como asesor de confianza en Bankinter desde 2002, ha permitido al banco seguir manteniendo su posición como referente en banca digital. Una historia de éxito, crecimiento y creación de valor a través de la diferenciación e impulsado por el desarrollo en Innovación y Tecnología.