Alta disponibilidad, capacidad y fiabilidad son las premisas que definen las nuevas tecnologías de almacenamiento en el data center. Las compañías dependen cada vez más de los datos y las aplicaciones para asegurar el funcionamiento de su negocio. Las soluciones de storage que van surgiendo deben ofrecer velocidad y menor latencia bajo un modelo escalable, además de eficiencia, elasticidad y flexibilidad.
Las carteras de aplicaciones actuales combinan datos estructurados, sin estructurar y semiestructurados que van más allá de los casos de uso transaccionales, analítico y de empleo compartido de archivos. Asimismo, implica la necesidad de estar disponibles continuamente, es decir, funcionar de manera ininterrumpida. Bajo estas solicitudes, el gasto en almacenamiento por parte de las organizaciones ha ido creciendo y el número de soluciones también, ganando más fuerza el modelo híbrido. Así las cosas, en el mercado encontramos diferentes tipos de plataformas que van ganando protagonismo.
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