El pasado 2015 fue un buen año para el mercado de los SAI. Por fin la industria empezó a ver la luz y salió del aletargamiento al que estaba sometida por la crisis. Sin embargo, la inestabilidad política que vive nuestro país en el presente está pausando el negocio en lo que llevamos de ejercicio, frenando los proyectos. Pese a ello, las perspectivas que baraja el sector son optimistas confiando en que pronto se vuelva a la senda del crecimiento.
“Después de unos años duros para el sector como consecuencia de los efectos de la crisis económica, puede afirmarse que en el 2015 se han confirmado las expectativas apuntadas en el 2014, donde ya se experimentó un esperanzador crecimiento”, detalla Carles Agustí, responsable de canal TI de Salicru. Y añade: “Por tanto, puede afirmarse que actualmente el mercado de los SAI en España registra un crecimiento que se sitúa en torno a los dos dígitos y con perspectivas de crecer aún más en los próximos años”.
Por otro lado, Miguel del Moral, sales manager distribution IT de Schneider Electric España, señala que: “en los últimos años, y hasta apenas hace un par de ellos, hemos vivido una reducción de mercado del SAI monofásico, principalmente motivado por dos motivos fundamentales: la caída de ventas del PC y la concentración de este tipo de soluciones motivada por el nuevo modelo de prestación de servicios tecnológicos, más conocido como cloud computing. Si bien, más recientemente, durante los pasados dos años, se ha vuelto a crecer gracias de nuevo a una mayor demanda de soluciones muy ligadas a este sector como pudieran ser los PC, servidores o almacenamiento principalmente”. Respecto a la situación que se presenta hoy en día reconoce que “el comienzo del año está siendo dubitativo, seguramente por la inestabilidad política en la que nos encontramos actualmente pero se espera que durante el último tramo del año en curso volvamos a niveles de crecimiento cercanos al 2015”.
Positiva aunque cautelosa también es la percepción de Alberto Castella, product sales director en Españade Emerson Network Power: “Los indicios de recuperación económica que estamos experimentando están impulsando que haya también un ligero movimiento en el mercado de los SAI, dejando atrás la paralización que ha sufrido el sector durante estos años de crisis. No obstante, el periodo de estancamiento que hemos vivido nos hace ser cautos en las previsiones, ya que tampoco la economía está mostrando un fuerte crecimiento”.
Juan Manuel López, PQ Sales Manager de Eaton, observa que la situación se mantiene parecida a años anteriores –“aunque es cierto que existe una mayor concienciación, especialmente en la protección de los procesos críticos”-. Considera que durante el último trimestre de 2015 y el primero de 2016 ha habido un mayor crecimiento provocado por algunas instituciones públicas que han empezado a renovar instalaciones antiguas que no se habían actualizado en los últimos 6-8 años. “Por otra parte, en el segundo trimestre de 2016, provocado en cierta manera por la inestabilidad política, este crecimiento se está viendo ralentizado”. En su discurso explica que si hablamos del antiguo mercado doméstico y pyme el paso al cloud o a la virtualización ha permitido que las empresas en estos momentos busquen el SAI como parte de una solución y no una simple unidad de hardware con leds que se encienden y se apagan. “Además –continúa–, la tendencia actual está cambiando hacia la subcontratación de servicios como el hosting, housing… lo que está provocando que los medianos y grandes data centers que ofrecen estos servicios estén creciendo”.
Por fin obra nueva… de pequeños CPD
En este contexto, los CPD se vieron como la gran esperanza del sector de los SAI, principalmente por la concienciación de las compañías en la mejora de la eficiencia energética. Este hecho debería haber impulsado la actualización de los centros de datos existentes o la construcción de nuevos. La realidad fue muy distinta o, al menos, no tan “bonita” como se pintaba. Tal y como explica el directivo de Emerson Network Power: “El periodo que vivimos de ralentización de la economía ha hecho que los proyectos que se han realizado no hayan sido de data centers de gran envergadura, ni en número ni en metros cuadrados construidos”. Pero el panorama ha cambiado, “durante 2015, sí que se ha visto un cambio de tendencia ya que ha habido algo de movimiento en la adjudicación y planteamiento de nuevos proyectos, que ha dejado en segundo lugar a las reformas limitadas o sustituciones de equipos”, confiesa.
“Los pequeños CPD e IT rooms siguen siendo el motor del negocio en nuestro país, principalmente las renovaciones de instalaciones antiguas”, opina por el contrario el responsable de Eaton. Un veredicto que no comparte del todo Carles Agustí. De acuerdo con él, “el segmento de los centros de datos (especialmente los de formato más pequeño) ha experimentado un auge considerable en los últimos años a pesar de la crisis”. Asegura que por lo que se refiere a los proyectos en este tipo de infraestructuras, hemos pasado de una fase donde predominaban más las reformas de data centers antiguos a una fase donde se van implantando progresivamente inversiones nuevas que apuntan a un importante crecimiento de los CPD. Y por segmentos, el que está proporcionando una mayor facturación en el mercado es el de los pequeños centros de datos (20-200 kVa) con una facturación que representa el 60% del mercado de SAI dirigido al CPD.
Versátiles, modulares, eficientes y aptos para la virtualización
Durante estos años de estancamiento los fabricantes de SAI han aprovechado para desarrollar nuevos equipos y soluciones que respondan a las nuevas necesidades de los clientes y a los principales avances acontecidos en el centro de datos como son la integración y la convergencia. El hecho de que de forma habitual en nuestro día a día se consuman servicios de voz y datos en el mismo dispositivo está acercando cada vez más a los sectores de telecomunicaciones y TI. Asimismo, la digitalización y la movilidad hacen necesario aumentar la velocidad. Y todas estas innovaciones tecnológicas en el campo de los CPD están incrementando la demanda de SAI y dirigiendo su desarrollo hacia mayores densidades de potencia, modularidad y mayor eficiencia energética. A todo ello habría que añadir la seguridad con la incorporación de protocolos más seguros como, por ejemplo, los TLS 1.2 y lo que para Schneider Electric es el gran cambio tecnológico que se ha producido alrededor de centro de datos: el DCIM (Data Center Infrastructure Management).
Tampoco hay que olvidar lo que la virtualización ha aportado a esta industria. “Un negocio esencial que permite a las empresas de cualquier tamaño ejecutar más servicios con menos hardware y mantener los servicios en funcionamiento en caso de interrupciones en el suministro de energía, protegiendo las cargas críticas”, puntualizan desde Eaton. Así, reconociendo la tendencia hacia la virtualización, las empresas más avanzadas ofrecen ahora paquetes de SAI que están listos para el cloud y la virtualización. Esto significa que el SAI viene con el software y está listo para ser integrado con las plataformas de virtualización.
Sea como fuera, de forma paralela al crecimiento de proyectos relacionados con los CPD, se han ido introduciendo en el mercado equipos muy versátiles especialmente pensados para este tipo de infraestructuras, diseñados bajo criterios modulares y escalables y con unos altos niveles de eficiencia y competitividad en precios.
El reto: evolucionar al mismo ritmo que los centros de datos
El SAI sigue siendo imprescindible en la infraestructura del centro de datos, ya que una caída en la alimentación del mismo puede conllevar un coste medio muy elevado. En este sentido, “el mayor reto al que se enfrentan los SAI es el de ser capaces de evolucionar a la misma velocidad que los centros de datos, ya que éstos experimentarán cambios profundos durante la próxima década. Como los desafíos más importantes se plantean la velocidad de despliegue, la escalabilidad, la seguridad, la capacidad de gestión y el rendimiento”, especifican desde Emerson.
En este terreno no hay que pasar por alto –como saca a colación Juan Manuel López– el protagonismo que están tomando las soluciones de infraestructura convergentes e hiperconvergentes, convirtiéndose en una opción cada vez más convincente para una amplia gama de entornos de data center. Sus aportaciones al negocio son claras: pueden simplificar radicalmente la gestión de datos, reducir la cantidad de hardware necesario y disminuir los costes. Sin embargo, este modelo depende de la virtualización, lo que significa que cada servidor necesita más energía. Una máquina virtualizada (VM) se ejecutará del 70% al 80% de capacidad, mientras que una máquina no virtualizada funciona del 10% al 15%. Cada rack necesitará también más potencia, y los data centers tendrán que tener la capacidad de proporcionar hasta 40 kW por rack. La virtualización permite que las aplicaciones se pueden mover de un servidor a otro en cualquier momento. Esto desplaza al instante las demandas de energía dentro de las infraestructuras existentes y la flexibilidad asume una gran importancia. A medida que más aplicaciones se ejecutan en menos hardware, es esencial que el sistema se apoye en un SAI fiable en caso de que se produzca un fallo en la fuente de alimentación de red. La protección de energía debe incluir idealmente soluciones inteligentes de distribución de energía y SAI para evitar la pérdida de datos en caso de un apagón prolongado.
En relación con este argumento, el responsable de canal TI de Salicru indica que mientras continúe al alza la tendencia empresarial hacia la virtualización y el cloud computing, el futuro de los SAI en este segmento está garantizado, ya que en esas infraestructuras tan críticas, no puede faltar un UPS que garantice un suministro eléctrico estable y fiable, que aporte seguridad a la información depositada en sus bases de datos. “Por lo que respecta a las tendencias de futuro, se vislumbra un crecimiento de CPD cada vez de mayor volumen y centralizados por la implantación progresiva de procesos de outsourcing por parte de CPD más locales. Por tanto, los SAI del futuro más inmediato deberán ser más potentes y ofrecer más prestaciones para ir adaptándose a estas nuevas necesidades del mercado virtual”, recalca.
Finalmente, Miguel del Moral vaticina: “Pensando en el futuro, creemos que los SAI pueden evolucionar aún mucho más y se pueden enfocar de forma que permitan intercambiar energía con la red. Sin embargo, aún hay mucho trabajo que hacer en este aspecto, ya que faltan sistemas de almacenamiento más económicos, eficientes y que soporten mejor las cargas y descargas de energía. Esto supondrá un gran avance no solo para el centro de datos, sino también para otras aplicaciones”, concluye.
Calidad y servicios frente a la competencia asiática
Otro punto a analizar dentro del negocio de los SAI es en qué medida está afectando la competencia asiática a este sector, una rivalidad que se hace notar especialmente en lo que se refiere a la política de precios. Ante estos nuevos actores, los proveedores clásicos de este tipo de sistemas responden con prestaciones, calidad y servicios. Sus esfuerzos se centran no sólo en proporcionar una oferta tecnológica innovadora sino también completa de servicios que ofrezcan a los clientes un valor añadido.
En este sentido, el portavoz de Salicru indica que estos proveedores “siguen estando lejos de ofrecer un servicio de proximidad al cliente, un servicio de información y asesoramiento que, conjuntamente con un servicio de post venta, garanticen a sus clientes la calidad y la excelencia que se necesitan en todo proyecto tecnológico”. Una idea en la que coincide el directivo de Eaton: “Puede ser una amenaza para el futuro inmediato si el principal objetivo es la búsqueda de precio pero hoy en día se presentan muchas marcas con unas tecnologías y calidades que no cubren las expectativas del mercado europeo”. Y precisamente ese argumento es al que alude el directivo de Emerson: “Dado que estamos hablando de un entorno muy crítico, las barreras de acceso a este mercado son muy amplias, y los clientes son reacios a utilizar fabricantes no contrastados”.
A tenor de las opiniones vertidas podría decirse que los fabricantes asiáticos –a día de hoy– no están haciendo mucho daño a este mercado que requiere de especialización y el despliegue de soluciones en las que las compañías puedan confiar. No en vano, en la fiabilidad, la disponibilidad y la eficiencia de estos equipos está depositada la continuidad del negocio, sobre todo en un entorno crítico como es el CPD.