Cada vez se oye hablar más de los CPDs modulares como una tendencia de futuro. Propuestas como RiMatrix S, de Rittal, es un claro ejemplo. Precisamente en el marco de la presentación en Madrid de este centro de datos estandarizado -que tuvo lugar el pasado 30 de octubre como una de las paradas del roadshow que la multinacional organizó por diferentes ciudades del viejo contintente-, Ricardo Abad, managing director de Quark by Aceco TI, mostró la visión sobre este particular de la compañía que dirige en España.
Así las cosas, el directivo habló de las bondades de Virtual Design & Construction (VCD), un concepto en el que trabaja la consultora especializada en ingeniería, construcción y diseño de data centers y que, según reconoció Abad, ya se está aplicando en otros países. Esta propuesta se fundamenta en la configuración de CPDs modulares, recurriendo para ello a las TI como principal aliado que permite modificar el diseño de la construcción de una manera interactiva y dinámica. En otras palabras, el responsable de Quark habla de un modelado sobre el que todas las partes implicadas en la creación de un centro de datos van a poder participar. “Pero no significa trabajar en 3D, que el CPD esté en tres dimensiones”, puntualiza, “se trata de una tecnología disruptiva que abre muchas líneas de I+D diferentes a como se está trabajando hasta ahora, por lo que requerirá todavía una evolución que puede llevar entre dos y tres años para implantarse en el mercado”.
En definitiva, un proceso evolutivo que requiere una inversión y que se desarrolla siguiendo una serie de pasos:
Primero. Consiste en modelar geométricamente y en 3D. El cliente, a través de un software gratuito verá cómo se está diseñando y configurando el CPD. Esta etapa permitirá trabajar con vídeos y hacer renderizados. Actualmente, este proceso lo están haciendo en proyectos de gran envergadura pero el año que viene se llevará a cabo en todos y sin coste adicional.
Segundo. Posteriormente, se pasa a 4D y tras un análisis del coste de construcción, se actualiza la medición de los diferentes parámetros. En esta fase, que Quark empezará a implementar a finales de 2014, se hace posible controlar las certificaciones, por ejemplo.
Tercero. A continuación se lleva todo el modelo al proyecto de planificación de toda la obra. Este proceso, 5D, llevará más tiempo.
Cuatro. Luego se procede a importar el programa a otros y hacer un análisis concienzudo del TCO (6D).
Quinto. Y finalmente, se exporta el programa a otro de facilities management y se van programando labores de mantenimiento (7D).
El fin del VDC y las soluciones prefabricadas es definir y alinear los objetivos de un proyecto, así como contribuir a la reducción de recursos innecesarios (tiempo, capacidad, inventarios) a lo largo de las etapas de definición, diseño e ingeniería, fabricación, instalación y entrega final, y así favorecer la reducción de costos y tiempos en la edificación de un centro de datos, sin comprometer estándares de calidad, niveles de prevención de riesgos y cuidado y respeto del medio ambiente.
“Todos los data center algún día se diseñarán así”, señaló sobre este asunto Ricardo Abad. De hecho, explicó que en Inglaterra éste será el procedimiento a partir de 2016. Y en la Unión Europea en 2017 – 2018. Y es que, “una vez puedes diseñar con VCD, resulta muy fácil edificar y prefabricar”. En su opinión, es un producto muy demandando por las constructoras e integradores, así como por los propios fabricantes. Sin embargo, para que pueda llevarse a buen puerto es necesario un avance en tecnologías como la impresión en 3D, realidad aumentada, robótica y automatización; así como prefabricación y modularización.
“El hormigón tenderá a desaparecer y se impondrán las soluciones modulares”, concluye.