Según ha informado EFE, este cable, que se prevé esté completado a finales de 2017, tiene una longitud de 2.000 kilómetros y seis pares de fibras y aumentará el ancho de banda total de los sistemas existentes de cables submarinos hasta alcanzar los 90 terabits por segundo, alrededor de 15 millones de veces más rápido que un módem de cable normal. El proyecto “abre a Uruguay y a la región grandes posibilidades de interconexión regional y con el mundo”, explicó Pedro Less Andrade, director de Políticas Públicas y Asuntos Gubernamentales de Google en Hispanoamérica, en un acto celebrado en la sede de la empresa estatal de telecomunicaciones de Uruguay, Antel, en Montevideo. Concretamente es la alianza entre esta sociedad del país sudamericano y Google la que permitirá llevar a cabo el proyecto. “El aumento de la infraestructura y capacidad de banda ancha es un esfuerzo muy grande que no puede ser llevado a cabo por una sola entidad, por eso sentimos que es importante juntar fuerzas”, matizó Less.
Este proyecto, conocido como Tannat, que por parte de Antel supone una inversión de 30 millones de dólares, se complementa con la iniciativa Monet, otro cable de fibra óptica submarino que conectará las ciudades de Santos y Fortaleza, en Brasil, con Boca Ratón (Florida, EE.UU.) y que se encuentra actualmente en construcción. Ese otro proyecto, aprobado el pasado año, también lo impulsó Google junto a un consorcio de empresas, entre ellas la uruguaya, que en esa ocasión invirtió casi 50 millones de dólares. “Es una gran alegría para todos los uruguayos que se concrete este proyecto, que es el proyecto internacional más importante que ha llevado adelante Uruguay en términos de infraestructura”, expresó la ministra uruguaya de Industria, Energía y Minería, Carolina Cosse.
A su juicio, facilita el acceso a una “enorme” capacidad de banda ancha internacional, que permite a Antel dejar de ser solo cliente de banda ancha para pasar a ser suministrador y proveedor en Uruguay y América Latina. En este sentido recordó que “hay cinco cables que llegan desde EE.UU a América del Sur con banda ancha internacional” y que de ellos “solo dos llegan al sur del sur y ahora van a ser tres” con la nueva instalación, que tendrá una vida útil de unos 25 años.
El presidente de Antel, Andrés Tolosa, agregó que todos los países de la región tienen “necesidad” de capacidad de Internet, por lo que se abre la posibilidad de vender a Argentina, Paraguay, Chile, Brasil y otros países de Latinoamérica.”Lo que permite el cable es que esa conectividad local en el acceso en las empresas y los hogares pueda salir a Internet con la mejor capacidad”, añadió Tolosa, para afirmar que con esta infraestructura, la capacidad para Antel será de más de 100 veces la actual conexión que tiene.
No obstante, matizó que ya hay varios proveedores de acceso a Internet en la región, pero aseveró que la última tecnología que proporciona este proyecto aporta ventaja “frente a los otros”. Alcatel-Lucent Submarine Networks (ASN) es el proveedor seleccionado para construir la infraestructura, “desde la construcción del cable a su instalación en la playa Brava de Punta del Este”, en Uruguay, explicó Philippe Dumont, presidente de ASN.
“Desde Google soñamos con conectar a todo el mundo a internet y que los usuarios puedan acceder desde cualquier lugar con la mejor calidad de servicio para poder aprovechar todos los beneficios que trae Internet (…) y de esa manera integrarlos a la sociedad de la información y conocimiento”, aseveró el portavoz del gigante de Internet.