El Hospital de Sant Jaume d’Olot ha dejado el mantenimiento en manos de Indigo. Todos los datos que maneja el centro hospitalario, desde las comunicaciones con el paciente, gestión de citas o historiales clínicos, a los sistemas e instalaciones del hospital quedan recogidos en este CPD que se caracteriza por el minucioso aprovechamiento del espacio y por su eficiencia energética, disponibilidad y capacidad de respuesta en situaciones anómalas.
El CPD consiste en una sala completamente hermética, impermeable, sin trascendencia térmica, insonorizada e ignífuga, donde se han instalado los servidores. En su interior el centro destaca por la minuciosa y acertada distribución y aprovechamiento de los espacios gracias al ensamblaje de productos a medida para poder ubicarlos todos.
Adrián Russo, director general de Indigo, lo describe como “un proyecto donde han sido estudiados al detalle todos los elementos de manera que todo está totalmente redundado, comunicado y pensado para solucionar eficazmente las posibles caídas que se puedan producir”. En este sentido, se ha dispuesto un sofisticado sistema de alarmas donde cualquier anomalía en la sala deja registro mediante gráficas de lo que está ocurriendo y de lo que requiere corrección avisando, tanto por e-mail como por SMS.
Además se ha previsto un servicio de contingencia que proporciona un tiempo de reacción altísimo tras el aviso. Las alertas se reciben directamente en la central de Indigo que, además de la implementación, se encarga también del mantenimiento tanto preventivo como correctivo, con un servicio de atención de 24 horas y tiempo de respuesta inmediato.
La refrigeración ha sido clave
Resolver la cuestión de la refrigeración ha sido otro de los aspectos claves en este proyecto. “Esta sala tiene un consumo eléctrico altísimo, puesto que las cabinas son sistemas que consumen mucha energía y, en consecuencia, generan mucho calor, por lo que hemos tenido que dotarla de un sofisticado sistema de refrigeración”, explica Adrián Russo.
Para ello se adaptó la sala creando un cubo de forma que se separa el frío del calor. “Teniendo en cuenta que los equipos informáticos cogen el frío por delante e impulsan el calor por detrás, hemos enfrentado los equipos, creando un pasillo central –el pasillo frío– hacia el cual el sistema de refrigeración impulsa el frío por el falso suelo. Así no mezclamos el calor con el frío y conseguimos una eficiencia mayor”.
El director general de Indigo ha valorado muy positivamente el resultado obtenido en el CPD del Hospital de Olot. “Creo que hemos logrado un excelente equilibrio entre calidad y precio en este proyecto. Normalmente los sistemas de redundancia tienen unos precios absolutamente desorbitados. En este caso, debíamos obtener la máxima eficiencia y calidad sin olvidar que trabajamos con dinero público. Y creo que hemos sido capaces de entender la necesidad y ofrecer una solución totalmente a medida y acorde a lo que se nos pedía a un precio muy razonable que hemos puesto por delante de la marca. Y al final el resultado cumple con los dos objetivos básicos: muy altos niveles de disponibilidad y eficiencia energética”.
De la misma opinión es Xavier Dilme, jefe de los servicios de información del Hospital, que se muestra muy satisfecho con el nuevo CPD, tanto por el proceso de instalación como por el resultado final obtenido. “Ha sido un trabajo extremamente profesional, en el cual hemos encontrado gran predisposición por parte de Indigo para adaptarse tanto al tiempo previsto de ejecución como a las necesidades del proyecto. El resultado es extraordinario, con el nuevo CPD hemos mejorado notablemente nuestra operatividad y ya hemos podido comprobar tanto su funcionalidad como el sistema de alarmas, obteniendo una respuesta inmediata de la empresa, incluso fuera del horario laboral”.
Operativo desde mediados de noviembre
Moderno, funcional, altamente equipado y totalmente adaptado a las nuevas directrices hospitalarias, el nuevo edificio del hospital quedó plenamente operativo a mediados de noviembre. El centro, con una superficie de más de 27.000 metros cuadrados, tres veces mayor que la anterior y con capacidad ahora para dar servicio a 60.000 personas, incorpora además mejoras asistenciales importantes.
El proceso de traslado y mutación de datos se llevó a cabo de manera rápida y efectiva y con una gran seriedad y profesionalidad por ambas partes. “El trabajo del cliente ha sido espectacular. Hemos logrado trasladar un hospital entero con lo que esto conlleva: enfermos, enfermeros, camillas, nuevos protocolos, modificación de sistemas… y todo este cambio está soportado por el CPD que hemos implementado”, destaca Adrián Russo.
