El gigante de los procesadores, Intel, ha facturado en el primer trimestre de este año 12.800 millones de dólares, lo que supone un descenso del 8% con respecto al último trimestre del año pasado. La atonía de las ventas de PC siguen pasando factura al gigante del silicio. Así, su negocio vinculado a la venta de chips para ordenadores alcanzó entre enero y marzo 7.900 millones de dólares, un 1% menos que en el mismo periodo del ejercicio precedente y un 8% menos que en el trimestre previo.
La otra cara de la moneda la pone el negocio del centro de datos, como ocurre desde hace algún tiempo en las cuentas de Intel. Y es que la unidad que vende procesadores para los servidores que mueven la computación en estos espacios registró registró unos ingresos de 3.100 millones de dólares, con un crecimiento interanual del 11%. Eso sí, con respecto al último trimestre de 2013, este negocio también cayó (un 5%).
Por su parte, el beneficio neto de explotación de la multinacional se resintió un 5% en el primer trimestre, para quedar en 1.900 millones de dólares. Las ganancias por acción se contrajeron en igual medida.
En todo caso, Brian Krzanich, consejero delegado de Intel, hizo una valoración positiva de la situación de la compañía: “A lo largo del primer trimestre de 2014, hemos asistido a un crecimiento sólido en el segmento de los centros de datos y hemos visto síntomas de mejora en el mercado de los PC. Además, hemos distribuido 5 millones de procesadores para tabletas, lo que representa un paso importante de cara a nuestro objetivo de llegar a los 40 millones de tabletas para 2014”.