La Unión Europea ha impulsado en los últimos tres años diversas leyes con el objetivo de reforzar su protección sobre los datos. Datos que, según cifras oficiales, se encuentran el 90% en manos de empresas estadounidenses. Por ello, en septiembre de 2023 entrará en vigor la conocida como Ley de Gobierno de Datos que en el sector destacan que llega con las empresas sin preparar porque aún “no hay soberanía”.
El objetivo de la nueva ley, según remarca la propia Comisión Europea, es potenciar la compartición de datos para mejorar aspectos como servicios públicos, sanidad, movilidad y comercio. Todo centrándose en materia de privacidad y protección. Y, sobre todo, con el reto de aunar fuerzas en la capacidad europea de computación en la nube, uno de los grandes problemas tecnológicos que hay en la UE.
“Es un objetivo muy ambicioso, pero falta mucho trabajo. Casi todos los datos que se generan en Europa los controlan empresas de Estados Unidos. Cambiar eso a corto plazo es imposible, especialmente si no hay una nube puramente europea establecida y popularizada entre las empresas”, indica Sancho Lerena, CEO de la española Pandora FMS, experta en gestión IT y seguridad.
Las barreras a superar en el camino a la soberanía del dato
Según los datos oficiales de la Comisión, se espera que haya un crecimiento del 530% de cara a 2025 en el volumen mundial de datos. Una explosión vinculada con la digitalización de empresas y el cada vez más extendido uso de la red por parte de los ciudadanos.
“Es impensable que una empresa hoy en día no almacene, obtenga o gestione datos para potenciar su eficiencia. Esa información IT se monitoriza, pero necesita un equipamiento correcto por parte de las empresas y una nube capaz y segura para poder albergarla”, reconoce Lerena.
Por lo tanto, desde el sector reconocen que hay dos barreras. La primera de todas, la de la falta de una autonomía en la nube de la Unión Europea. Es lo que se suele llamar “soberanía del dato”, por la cual países como Estados Unidos podrían perjudicar a la UE en una hipotética ruptura de relaciones. La segunda, también importante, es la capacidad empresarial para adaptarse a este nuevo escenario.
Los datos analizados por Pandora FMS en base a informes del Ontsi señalan que, en una escala del 0 al 100, la digitalización media de las empresas españolas está por debajo del valor 50. Con la salvedad del sector TIC, Comunicaciones y Alojamiento, falta un gran trecho por crecer en este ámbito. “Todavía no hay ni un 50% de empresas que utilicen el cloud, y eso es llamativo”, espeta.
Además, también destaca que más del 96% de las plataformas en línea que se utilizan no son europeas. Todo ello supone que, en caso de conflicto geopolítico, la UE no tendría el control sobre los datos de todos sus ciudadanos quedando invalidada tanto gran parte de la economía como de la actividad de los usuarios del territorio.
Entre otras medidas, se dará poder a la Administración Pública pertinente para obtener datos en posesión de empresas privadas si es con el fin de afrontar una situación de gravedad como incendios o inundaciones. Y, sobre todo, se reforzará el escudo frente a la transferencia ilegal de datos.