La digitalización masiva de los últimos años ha ocasionado una necesidad imperante de reforzar la ciberseguridad entre las empresas y las instituciones, un sector que se sitúa en pleno auge dado el incremento y la sofisticación de los ciberataques a nivel global. Esta transformación ha venido acompañada de un crecimiento en la demanda de talento especializado en nuevas tecnologías y ciberseguridad. Así, S21Sec, uno de los líderes europeos de servicios de ciberseguridad adquirido por Thales Group en 2022, ha incrementado su plantilla en un 4% en 2023 con respecto al año anterior.
Este crecimiento, motivado por el incremento de la demanda, ha sido posible gracias a las políticas de conciliación con las que cuenta la compañía, desde el modelo de trabajo híbrido hasta su innovadora iniciativa ‘free fridays’, basada en la posibilidad de contar con un día libre al mes para los empleados sin deducción salarial, permitiéndoles la distribución de la jornada laboral con el objetivo de aportar una mayor flexibilidad en el día a día.
A pesar de ello, la compañía reconoce que existe una brecha global de la fuerza laboral en este sector, que cada vez es más grande debido a la falta de profesionales especializados y al rápido crecimiento de la industria. Así lo asegura, Ana Baliña Pérez, HR Manager de S21Sec, “la brecha va a seguir creciendo puesto que cada vez se van a necesitar más perfiles.”. En cuanto a los requisitos que exigen los nuevos perfiles, Baliña reconoce que “lo que más se demanda sin duda es el teletrabajo, así como el desarrollo de la carrera profesional y la madurez en cuanto a conocimiento en ciberseguridad de la empresa”.
Impulso del talento femenino en ciberseguridad
Asimismo, el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) prevé que el número necesario de profesionales en el sector de cara a 2024 supere las 83.000 personas, mientras que la previsión de especialistas que buscarán empleo en ciberseguridad en 2024 sólo ascenderá a 42.283, incrementándose todavía más la brecha laboral. La retención de talento femenino es otro de los retos a los que se enfrenta el sector, ya que tan solo el 24% de los puestos de trabajo en ciberseguridad están ocupados por mujeres, según INCIBE.
En este sentido, es necesario el impulso de programas específicos que motiven el talento femenino en puestos tecnológicos, así como fomentar el estudio de las carreras STEM desde la niñez, y es que la brecha de género se refleja ya en la etapa universitaria, en la que solo el 18% de las personas graduadas especializadas en esta materia son mujeres.