Hoy en día, las empresas están cada vez más presionadas para seguir el rápido ritmo de la digitalización. Una gestión holística y moderna de la infraestructura de TI garantiza que sigan siendo competitivas y capaces de dirigir su negocio. Ahora bien, ¿hasta qué punto están realmente preparadas las empresas para hacer frente a la gestión de infraestructuras de TI? Para responder a esta pregunta, FNT Software ha llevado a cabo un estudio, en colaboración con Techconsult.
Según los resultados de la encuesta, solo el 46% de las empresas considera que la gestión de su infraestructura informática se encuentra en un correcto estado. Esta situación pone de manifiesto una notable brecha en la madurez de la gestión de TI, con un 54% de las empresas operando a un nivel “medio”, “bajo” o “muy bajo”.
Por otro lado, aunque la gestión de la infraestructura de TI soporta la carga principal de las operaciones de TI y es responsable de la mayoría de las innovaciones tecnológicas, el 43% de las empresas no asigna recursos monetarios suficientes -el 9% incluso ninguno- para su optimización. Así, se destaca una preocupante falta de recursos y conocimientos especializados, pues un 30 % de las empresas carece del personal y los conocimientos necesarios para gestionar la infraestructura de la forma más eficiente posible.
Preferencia por las infraestructuras locales
Los resultados también muestran que, aunque las empresas están adoptando cada vez más aplicaciones modernas en la nube, el 59% de las empresas imponen elevados requisitos de seguridad informática a su propia infraestructura de TI, destacando la importancia de mantener estructuras locales para su actividad principal. En este sentido, el 51% de las empresas todavía son reacias a ceder el control de sus infraestructuras críticas a terceros.
Stefan Kühn, PreSales Manager de FNT en España, ha querido destacar que “una correcta gestión de la infraestructura informática no es simplemente una cuestión de tecnología. Las empresas deben ser conscientes de que es clave para asegurar su eficiencia operativa y su competitividad. Si las empresas quieren adaptarse a los cambios tecnológicos y constantes demandas del mercado, la inversión en herramientas y procesos de gestión avanzada es crucial”.