El mercado de los centros de datos experimentará un notable crecimiento de 2024 a 2029, con un aumento de más de 208.000 millones de dólares que culminará con una subida del 50%. Los centros de datos mundiales generarán en torno a 416.000 millones de dólares de ingresos en 2024, un 12% más que en 2023. Además, el mercado alcanzará la impresionante cifra de 452.000 millones de dólares en 2025, superará los 526.000 millones a finales de 2027 y llegará hasta los 624.000 millones de dólares en 2029.
Estas previsiones de ingresos se alinean con la mayor demanda de empresas de computación de alto rendimiento (HPC) y migraciones a la nube, ya que las empresas tratan de aumentar sus capacidades de servidor y mejorar el almacenamiento y procesamiento de datos. En la actualidad, Estados Unidos lidera el ranking mundial de centros de datos, con más de 5.300 instalaciones. Alemania ocupa el segundo lugar, con 521 centros de datos, seguida de cerca por el Reino Unido, con 514, y China, con 449, lo que pone de manifiesto el importante avance del sector.
La escasez de energía, una preocupación mundial
El sector de los centros de datos se enfrenta a una importante escasez de energía a la vez que a una creciente demanda de tecnologías de IA. Solo en Estados Unidos, los centros de datos consumieron casi 17 gigavatios de electricidad en 2022, y se prevé que esta cifra se duplique con creces hasta alcanzar los 35 gigavatios en 2030.
Muchos proveedores de energía luchan por mejorar sus redes de transmisión para satisfacer la creciente demanda de electricidad. Esto se traduce en plazos de construcción más largos para los centros de datos: retrasos de 24 a 72 meses por problemas de suministro eléctrico. Esta situación subraya la urgente necesidad de fuentes de energía alternativas, preferiblemente renovables y rentables, para sostener los centros de datos.
Aunque el progreso hacia la adopción de modelos de infraestructura energéticamente eficientes para los centros de datos es gradual, algunas empresas están trabajando activamente para reducir las emisiones y explorar fuentes de energía alternativas. Por ejemplo, algunos centros de datos utilizan pilas de hidrógeno para las baterías de reserva y combustible biodiésel, como ha hecho Microsoft con los generadores de su región de nube en Suecia.
Además, el nuevo Dongtan IDC de Samsung aprovecha el viento exterior y los climas más fríos en lugar del aire acondicionado tradicional, con el objetivo de ahorrar 21.443 toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero para 2035, lo que pone de relieve los sutiles esfuerzos de los desarrolladores de centros de datos por reducir el consumo de electricidad.