Inetum revela en su informe de ciberseguridad 2024 que este año se espera un incremento en los ciberataques a nivel mundial. Sectores como el gubernamental, tecnológico, energético y de infraestructuras críticas estarán en la mira de los ciberdelincuentes. Además, cada vez se recurre más a métodos como el ransomware y los ataques de denegación de servicio (DoS). Estos son lo que causar el mayor impacto posible a las organizaciónes.
Los ataques cibernéticos han evolucionado rápidamente en los ultimos años. Por ello se deben adoptar medidas más complejas que las defensas tradicionales y aumentar la complejidad en los sistemas de seguridad de las organizaciones.
“En un contexto de amenazas en constante evolución, es imprescindible que las organizaciones refuercen sus capacidades de ciberseguridad y adopten una estrategia preventiva con un enfoque colaborativo. La protección de infraestructuras críticas y datos sensibles debe ser una prioridad para gobiernos y empresas en 2025”, señala Lucas Ferrero Ramos, director de la unidad de negocio SOC, ciberseguridad e identidad digital de Inetum.
Estrategias para defender infraestructuras digitales
Para minimizar los riesgos y garantizar la seguridad de las organizaciones, Inetum propone una serie de medidas prioritarias:
- Refuerzo de defensas en sectores estratégicos: incrementar la inversión en medidas de seguridad específicas para proteger infraestructuras críticas y sectores vulnerables.
- Implementación de tecnologías emergentes: incorporar inteligencia artificial y machine learning para la detección temprana de amenazas.
- Colaboración entre actores clave: fomentar la cooperación mediante plataformas y redes nacionales de Centros de Operaciones de Seguridad (SOC).
- Enfoque proactivo: la estrategia de Threat Hunting, que implica un monitoreo y análisis continuo de tácticas y técnicas de los atacantes, es fundamental para prevenir incidentes.
- Capacitación y concienciación en ciberseguridad: la formación constante del personal en todos los niveles de la organización es esencial para reducir los riesgos de vulnerabilidades internas.