Huawei desveló nuevos detalles sobre su futuro procesador GPU Ascend 910D, diseñado para competir con el H100 de Nvidia, y confirmó que ya ha empezado a entregar el superclúster CloudMatrix 384 a clientes chinos. El doble movimiento subraya la prisa de Pekín por asegurar hardware propio para la inteligencia artificial mientras Washington endurece sus sanciones.
Una afrenta al H100 de Nvidia
Huawei lleva meses refinando el Ascend 910D, un chip que aspira a superar en potencia de cálculo al popular H100 aunque aún sea menos eficiente en consumo energético. Fuentes internas señalan que los primeros lotes de prueba llegarán a finales de mayo para que grandes tecnológicas chinas midan su rendimiento real.
El 910D recurre a empaquetado 3D: varios troqueles se apilan en un único sistema, aumentando el flujo de datos sin reducir el tamaño de los transistores. Este enfoque ya demostró su eficacia en el teléfono Mate 60, lanzado en 2023, y permite a Huawei avanzar pese a las restricciones de equipos occidentales.
El fabricante planea colocar más de 800.000 chips de las series Ascend 910B y 910C en manos de operadores estatales, centros de datos y empresas de IA como ByteDance a lo largo de 2025. Con la GPU 910D, la ambición es replicar ese volumen y, al mismo tiempo, ofrecer mejoras en rendimiento frente a la H100 estadounidense.
CloudMatrix 384
Mientras llega el 910D, Huawei ya comercializa el CloudMatrix 384, un sistema que enlaza 384 procesadores Ascend 910C a través de una red óptica propia. Según el Financial Times, el clúster ofrece más memoria y mayor rendimiento agregado que el NVL72 de Nvidia, basado en la nueva arquitectura GB200.
Los primeros lotes se están instalando en grandes centros de datos chinos, que han quedado sin acceso a los chips H20 y GB200 tras las últimas restricciones de exportación de Estados Unidos. Para muchos de estos clientes, la desventaja energética se compensa con la disponibilidad inmediata y la eliminación de trámites de licencia.
CloudMatrix 384 reduce la latencia y permite entrenar grandes modelos generativos sin fragmentar los datos. Analistas de SemiAnalysis calculan que, con la próxima integración del 910D, la versión CloudMatrix 384 v2 podría igualar la potencia de los sistemas Blackwell B200 de Nvidia a escala de rack.
Lo que viene: desafíos para Huawei
Distintos consultores advierten de que conectar cientos de chips distintos sigue siendo un reto: la refrigeración líquida, los ajustes de firmware y la optimización del software de Huawei exigen más trabajo que el ecosistema de Nvidia. Sin embargo, China dispone de electricidad barata, lo que mitiga parte de esos obstáculos.
Aun así, el anuncio del 910D y la entrega del CloudMatrix 384 confirman que la autosuficiencia tecnológica es ya una prioridad nacional en China. Si las pruebas de mayo validan el rendimiento prometido, Huawei no solo acortará distancias con Nvidia, sino que también presionará a otras firmas chinas, Cambricon entre ellas, a acelerar sus propios diseños. Para un mercado global sediento de GPU, cualquier alternativa cuenta.
Con la combinación de chips más potentes y sistemas a gran escala, Huawei busca asegurar una posición estratégica en la próxima ola de inteligencia artificial. El duelo con Nvidia se traslada así del laboratorio a las decisiones políticas y geo-estratégicas, donde la velocidad de lanzamiento y la capacidad de producción pueden ser decisivas.