Cada vez más las compañías comienzan a diversificar sus inversiones hacia tecnologías de nube. Sin embargo, esta transición hacia un modelo cloud no resulta tan sencilla y requiere por parte de las organizaciones una evaluación inicial sobre cómo ejecutar esa migración analizando qué aplicaciones y tipologías de datos tiene sentido dejar on premise y cuáles no. En otras palabras, se debe tener una estrategia clara y bien definida, sopesando los beneficios e inconvenientes de adoptar este enfoque as a service en función de los requisitos propios de cada empresa.
Para profundizar en estos aspectos y obtener una visión pormenorizada de este proceso Data Center Market, en colaboración con Nutanix, ha organizado un almuerzo de trabajo con clientes en Barcelona. A la cita han acudido representantes del sector público y privado como el Ayuntamiento de L´Hospitalet y de Sant Boi de Llobregat, ARAG, Banco Sabadell, Cambra de Comerç de Barcelona, Nestlé, TMB y la Universidad Pompeu Fabra y la Oberta de Catalunya.
Monitoreo de costes, resiliencia operativa y cambio de mentalidad
Durante el encuentro se ha puesto de manifiesto que no existe una táctica generalizada de viaje hacia la nube porque cada organización tiene sus propias necesidades y el café para todos no sirve. Además, aunque son muy alabadas las ventajas que aporta esta fórmula -flexibilidad, agilidad, rendimiento…-, también entraña importantes desafíos con el control, la visibilidad, la gestión y la gobernanza de los datos; la (ciber) seguridad; la integración con sistemas heredados y entre proveedores; y los temidos costes. Y es que, aunque uno de los primeros argumentos en favor del salto a la nube ha sido siempre el tema del precio, lo cierto es que la cloud precisa de un monitoreoconstante de costes para que realmente se pueda decir que es rentable. Lograr el equilibrio es la clave, pero no es fácil.
Asimismo, este tema de debate tiene otros muchos flecos que cubrir. Hay mucha tecnología disponible y madura en el mercado que puede ayudar a las empresas a lograr su resiliencia operativa, pero hace falta un cambio de mentalidad para que el éxodo llegue a buen puerto y que la pandemia de Covid-19 -aunque ha ayudado-, no ha conseguido lograr plenamente. Igualmente hace falta retener talento porque la nube, con sus múltiples actores, funcionalidades y servicios en continuo crecimiento, precisa una formación. Y estar al día se complica. Y, por supuesto, junto a todo ello la sostenibilidad, una preocupación que empieza a cobrar protagonismo en las decisiones directivas.
Próximamente estarán disponibles las principales conclusiones de este evento.
