La IA parece ser la palabra de moda este año. Aunque esta tecnología se encuentra todavía en una fase incipiente de desarrollo, hay proyectos en marcha que han superado la prueba de concepto para convertirse en casos de uso reales ya en producción. Y todo apunta a que cada vez habrá más iniciativas al respecto.
Ante esta situación, se plantea un gran interrogante: ¿están nuestras infraestructuras de TI preparadas para la IA? No en vano, la Inteligencia Artificial implica cargas más intensivas en cálculo, así como un consumo mayor de recursos energéticos. La arquitectura convencional de los centros de datos no está capacitada para gestionar esa creciente densidad por rack, esa cantidad de energía que consumen los equipos para funcionar. Si antes hablábamos de entre 2 y 5 kW, con la IA estas cifras se elevan hasta los 30 kW o los 40 kW en ciertos casos. ¿Cómo se podrá refrigerar? Parece que la ventilación por aire tampoco será suficiente…
Estas y otras cuestiones se han debatido en un almuerzo de trabajo organizado por Data Center Market, en colaboración con Schneider Electric, y en el que han participado representantes de Cretschmar, Henry Schein, ING, Movelia/Tecnova, Nationale Nederlanden y Sanitas.
Durante el encuentro se ha constatado la apuesta de las organizaciones por la nube -con sus pros y contras-, así como la importancia de la latencia, la ciberseguridad y la sostenibilidad.
En las próximas semanas publicaremos las principales conclusiones de esta mesa de trabajo.
