2020, el año de las promesas tecnológicas, ya está aquí. Ha llegado el momento de rendir cuentas y comprobar si todas esas ambiciones TI se han cumplido o, siendo más realistas, si van camino de hacerlo. Quizás una cifra tan redonda animó a la Unión Europea para poner plazo al ansiado programa de investigación e innovación Horizon 2020. Una iniciativa que pretende “generar ciencia excelente” para el viejo continente y que viene acompañado de 80.000 millones de euros de dotación.
Todavía quedan unos meses de margen para ver los resultados de esta apuesta en la que el despliegue comercial masivo de 5G ocupa un lugar destacado. Que Europa sea abanderada de esta nueva generación de redes móviles es el reto, y operadoras y fabricantes están trabajando por conseguirlo. Pero en este mundo tan globalizado, los grandes actores TIC se han dado cuenta de que es necesaria la colaboración para evolucionar. La unión hace la fuerza, lo difícil es unirse.
Sin embargo, en nuestro país, mientras que estas tecnologías de altos vuelos se definen y concretan a escala global, sigue existiendo una realidad muy diferente, la de la España Vaciada, la de pymes y autónomos y la de grandes empresas que no terminan de dar el salto definitivo a la nube, reticentes por miedos culturales. Con esta dualidad debe lidiar la industria de los centros de datos, que también debe afrontar el cambio de ejercicio y hacer frente a lo que se avecina. Veamos cuales son los movimientos que guiarán a este sector para la recta final de la década:
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