La constante evolución de los servicios de banda ancha y las promesas de la tecnología 5G están forzando a los proveedores de servicio a ofrecer un mix de nuevos servicios en sus redes fijas y móviles. En muchos casos esta evolución impulsará la necesidad de acercar el acceso a los diferentes servicios al borde de la red. Como resultado, los operadores se ven obligados a incorporar la funcionabilidad del centro de datos dentro de sus oficinas centrales, junto con los servicios de telecomunicaciones tradicionales.
“Esta convergencia de los centros de datos y los servicios de telecomunicaciones impulsará a los diferentes grupos de proveedores de servicios a trabajar juntos”, mencionó Eduardo A. Estella Lee, Product Management Director para Conectividad en CommScope. “Pero apoyar aplicaciones de baja latencia y servicios de telecomunicaciones tradicionales en las mismas instalaciones requiere desarrollar dos mentalidades diferentes: los operadores deben respaldar el “desmantelamiento y reemplazo” típico del centro de datos, al mismo tiempo que soportan las necesidades cambiantes de la infraestructura tradicional de la oficina central para una larga vida útil”.
Mover centros de datos al borde
A medida que la red evoluciona, los operadores despliegan múltiples redes: fibra para el hogar (FTTH), fibra para el negocio (FTTB) y fibra para redes inalámbricas. Existen diferentes usos para estas redes y uno de los principales es para servicios de baja latencia. La latencia depende de la cantidad de conversiones electrónicas realizadas, es decir, el número de saltos que la señal debe tomar para recuperar o transmitir datos. Cada vez que se realiza una conversión, se agrega latencia. Las aplicaciones de red 5G no pueden permitirse muchas conversiones, por ello 5G está impulsando la necesidad de centros de datos al borde más cerca de los usuarios.
“Para un operador lo más probable es que un centro de datos esté ubicado en una oficina central, próximo del borde de la red, donde el operador tendrá los servicios tradicionales que se ofrecen hoy (FTTH, voz y video) y también alojará la funcionalidad del centro de datos al borde. Los centros de datos al borde se conectan con los centros de datos regionales: albergarán aplicaciones que requieren la latencia más baja, mientras que algunas aplicaciones se destinarán a centro de datos regionales. Los centros de datos regionales albergarían programas de video menos populares, servidores de correo electrónico y SMS, además de otras aplicaciones para las cuales el tiempo de respuesta no es crítico. Muchas aplicaciones de centro de datos de borde, estarán relacionadas con la seguridad del usuario o la experiencia del usuario, como juegos multijugador, realidad aumentada o información de navegación para autos autónomos”, añadió Eduardo Estella.
Consideraciones del equipo
La arquitectura del centro de datos, los estándares y métodos de operación, son muy diferentes de la arquitectura y estándares de las oficinas centrales. Los centros de datos tienen un ciclo de vida corto, de entre 3 y 5 años, y pasan por fases de “desmonte y reemplazo” periódicos, mientras que las oficinas centrales trabajan en un ciclo de vida del equipo de 10 a 20 años.
En la oficina central, los operadores tendrán que lidiar con una red de fibra masiva. El operador deberá tener gabinetes de distribución de fibra de alta densidad que ofrezcan fácil acceso, flexibilidad, y sean extremadamente confiables en un lapso de 20 años y pueda soportar múltiples evoluciones de red. La densidad y la accesibilidad son fundamentales, pero también lo es la confiabilidad a largo plazo.
Expansión de la experiencia
Mientras que en las oficinas centrales se ha desarrollado una gran experiencia en la gestión y conectividad de fibra monomodo, con la adición de la funcionalidad del centro de datos se requerirán muchas más conexiones de fibra multimodo. Como resultado, para Eduardo A. Estella Lee, Product Management Director para Conectividad en CommScope, se necesitará desarrollar experiencia en administración y conectividad de fibra multimodo:
“Para soportar los servicios habilitados para el centro de datos, se debe desarrollar también experiencia en virtualización. Los días en que se usaban numerosos elementos de red individuales para realizar funciones específicas ya pasaron, por lo cual los operadores están optimizando el CAPEX, virtualizando las funciones de red con software en servidores y distribuyendo aplicaciones entre ellos en formas de cargas de trabajo usando tecnologías como virtualización de funciones de red (NFV) y redes definidas por software (SDN). Las funciones de virtualización son más rentables, utilizan mucho menos espacio y reducen los costos”, puntualizó.
Planificar el futuro
Aún cuando no es posible ver demasiado hacia el futuro, para Eduardo Estella existen tres claves para la evolución y planificación futura: flexibilidad, densidad y accesibilidad.
Flexibilidad: El uso de conectores de inserción múltiple (MPO) para cableado de fibra y cables de conexión hace mucho más fácil y rentable cambiar configuraciones cuando sea necesario. Los paneles que incluyen módulos que facilitan los cambios de LC a MPO y de vuelta a LC, mientras se utiliza el mismo cable de red troncal son fundamentales con la continua evolución de la óptica multimodo usada en los switches y servidores de los centros de datos
Densidad: Los operadores deben elegir las plataformas de fibra y equipos de conexión de mayor densidad para facilitar el crecimiento futuro de la conectividad para la prestación de servicio. También deberán considerar el uso de equipos de multiplexación por división de longitud de onda para escalar la capacidad en redes de fibra existentes.
Accesibilidad: Los operadores deberían usar paneles y gabinetes de fibra que maximicen el acceso a las conexiones de fibra óptica.