Cada vez son más las mujeres que se interesan por la tecnología, cursan carreras STEM (del acrónimo de los términos en inglés Science, Technology, Engineering and Mathematics) y ocupan más puestos de liderazgo. Pero, aunque la representación femenina en las TIC está creciendo, sigue existiendo una disparidad de género. Así se demuestra en el estudio “Las mujeres en la ciberseguridad”, publicado por el Instituto SANS durante el 2020 y avalado por la compañía ThreatQuotient, compañía de plataformas de operaciones de Ciberinteligencia, que aborda la situación actual de las mujeres en el ámbito de la ciberseguridad. En esta encuesta, las mujeres que desempeñan funciones directivas como expertas en seguridad TI, informan sobre su trabajo y su carrera profesional y qué es lo que las ha llevado a desarrollarse en este campo.
Según el informe de SANS, las mujeres que se dedican al ámbito de la ciberseguridad suelen tener dudas sobre su desarrollo profesional, ya que muchas no están seguras de cómo “encajar”, cuál es su función principal y cómo se definen a sí mismas. En general, las mujeres experimentan una sensación de “síndrome del impostor” y se resisten a ser consideradas “líderes”, a pesar de tener una gran experiencia y éxito en su carrera. En el ámbito de la ciberseguridad, esto es aún más evidente. El informe revela que muchas mujeres creen que se han “ganado” sus puestos simplemente por estar en el lugar adecuado, en el momento adecuado, a pesar de que el 44,6% cuenta con un máster en su perfil profesional.
Según la experiencia de Celine Gajnik, International Senior Marketing Manager de ThreatQuotient: “A pesar de no desempeñar un papel de desarrollo o ingeniería en una empresa tecnológica, durante los últimos 10 años de mi carrera he trabajado para algunas de las mayores empresas de ciberseguridad del mundo y ahora en esta start-up, ThreatQuotient. Mis experiencias han demostrado que el esfuerzo por aumentar la representación femenina en las funciones tecnológicas y de ingeniería debe continuar, ya que cada vez hay más oportunidades para que las mujeres desempeñen papeles clave dentro de las empresas tecnológicas y contribuyan a la industria”.
¿Qué es lo que hay que cambiar?
En el ámbito de la ciberseguridad, el índice de rotación de las empleadas es mayor en todas las etapas de su carrera que el de los hombres. Para muchas mujeres, la disparidad salarial, la falta de acuerdos de trabajo flexibles y un equilibrio realista entre el trabajo y la vida personal influyen en su permanencia o en su decisión de quedarse. Algunas mujeres se ven obligadas a elegir entre el trabajo y las responsabilidades familiares, y las que trabajan a tiempo parcial descubren que se les excluye en determinados proyectos o que se les asignan principalmente tareas de poca importancia, lo que en última instancia repercute en la progresión de su carrera. Esto se traduce en una mayor indecisión a la hora de solicitar puestos de responsabilidad, tal y como se muestra en el informe, ya que más del 35% de las mujeres sienten que su carrera no progresa debido a su género.
Desde el punto de vista de la cultura empresarial de ThreatQuotient, todos desempeñamos un papel en la tutela del futuro de las TIC y la ciberseguridad y hay que animar a las mujeres a cursar asignaturas STEM en la escuela y a proseguir estos estudios en la enseñanza secundaria y superior. Una vez que las mujeres especializadas en carreras STEM se incorporan a una organización, es crucial proporcionar el apoyo adecuado, fomentar el crecimiento y el desarrollo de la carrera y la flexibilidad. “Como madre trabajadora de un niño de dos años y medio, conozco muy bien las presiones y la dificultad de compaginar la vida profesional y personal mientras se trabaja desde casa. En mi caso, cuando mi hijo no está en la guardería o en el colegio, no es raro que se dé a conocer durante las conferencias telefónicas. Tengo la suerte de estar en un lugar de trabajo en el que mi jefe y mis compañeros del equipo de marketing son comprensivos, y a menudo le saludan con un amistoso “Hola, amigo”, lo que elimina inmediatamente cualquier sentimiento de culpa por los trastornos que esto provoca. Es un sentimiento o una situación que sé que está en la mente de los padres que trabajan en este momento, pero las respuestas complacientes de mi equipo, incluido mi responsable, fomentan una integración más saludable de la vida laboral y familiar”, destaca Celine Gajnik.
Finalmente, según el estudio las TIC carecen de personal cualificado y la falta de expertos seguirá siendo un grave problema en el futuro. Es importante que la brecha de género comience a cerrarse, y más ahora que hay más mujeres especialmente relevantes y especializadas en ciberseguridad. Desde ThreatQuotient seguirán ayudando a la próxima generación de analistas digitales y threat hunters a iniciarse en el sector de la seguridad mediante el acceso a los conocimientos que necesitan para dar el salto, independientemente de su género.