Check Point define los ciberataques a los que nos enfrentaremos en los próximos meses

La compañía recomienda que la estrategia de protección de las empresas deje de centrarse en la detección y prioricen la detección de amenazas.

Publicado el 29 Sep 2017

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Según Check Point, en 2017 los ciberdelincuentes son más activos que nunca, y lanzan ciberataques con una frecuencia superior a los años anteriores. Por esta razón, la compañía ha elaborado una lista de los ciberataques más comunes a los que usuarios, empresas y Administraciones Públicas tendrán que enfrentarse en los próximos meses.

Un ataque de phishing es básicamente un correo electrónico creado por un hacker. Este email es casi idéntico al legítimo que enviaría una empresa a sus clientes o empleados. Su principal objetivo es engañar a los receptores para que hagan clic en un enlace malicioso u obtener credenciales de inicio de sesión para acceder a las redes de una empresa. Algunos ejemplos de ataques de phishing ocurridos este año serían OSX/Dok, que afecta a ordenadores Mac, o Netwire – que sirvió a un ciberdelincuente guineano para ganar miles de dólares a costa de empresas de petróleo, gas, minería, construcción y transporte.

También podemos esperar un aumento en el número de amenazas de smishing, o phishing a través de SMS, como Unraveling. Es un nuevo modo de ataque que consiste en el envío de SMS desde organizaciones supuestamente legítimas. Estos mensajes consiguen que los usuarios se descarguen una aplicación maliciosa, a través de la que los ciberdelincuentes acceden a información privada como la cuenta bancaria o la tarjeta de crédito.

Ransomware. En mayo de 2017, WannaCry consiguió que la palabra ransomware estuviera en boca de todos. Este tipo de malware encripta los datos de los equipos y servidores de las empresas, y pide rescates para poder recuperarlos por lo que son muy lucrativos para los cibercriminales, por lo que no parece que la tendencia vaya a desaparecer. Otros ataques de ransomware que se han descubierto este año han sido Petya y JAFF. Solo es cuestión de tiempo que su sucesor intente afectar a miles de empresas y usuarios.

Troyanos bancarios. Los troyanos bancarios son uno de los tipos de malware más furtivos. Después de infectar el PC o el navegador web de un usuario, permanece inactivo y espera a que visite la web de su entidad bancaria. Una vez dentro, el programa malicioso se activa para robar la contraseña de la cuenta a través de keylogging. A continuación, el ciberdelincuente utiliza sus credenciales y transferirse fondos, generalmente a través de una compleja red de transacciones que utilizan cuentas de “cibermulas” para borrar sus huellas. Algunos de los más comunes son Zeus, Tinba y Ramnit.

Muchos troyanos pueden utilizar sofisticadas técnicas de Man-in-the-Browser (MiB), tales como web injections o mecanismos de redirección que ocultan sus operaciones. Otras tácticas incluyen mostrar falsas páginas de advertencia que le piden al usuario que vuelva a facilitar su información de inicio de sesión, o landing pages de cierre de sesión falsa mientras los mantiene identificados. Su objetivo es impedir que la víctima se percate de la actividad maliciosa durante el mayor tiempo posible, para permitir que los ciberdelincuentes puedan seguir robando dinero de sus víctimas.

Además, estamos asistiendo a un boom de troyanos bancarios que afectan a móviles. Por lo general, se trata de malware que muestra páginas falsas en los smartphones y tablets infectados cuando un usuario intenta utilizar una aplicación. Las superposiciones tienen el mismo aspecto que las pantallas de inicio de sesión de las apps bancarias, y pueden robar credenciales de inicio de sesión o interceptar mensajes SMS desde el banco del usuario, lo que permite al delincuente recopilar credenciales de autenticación de transacciones móviles.

Malware móvil. En nuestros smartphones y tablets almacenamos la información importante para nosotros, y los ciberdelincuentes lo saben. Contraseñas, credenciales bancarias, fotos, cuentas de correo electrónico…los hackers pueden usar cualquiera de estos contenidos para ganar importantes cantidades de dinero.

A través del malware móvil, un ciberdelincuente puede tomar el control de un smartphone, instalar aplicaciones fraudulentas, hacer compras, escuchar sus conversaciones y leer sus mensajes, conocer la ubicación exacta o activar el micrófono y la cámara, entre otras actividades ilegítimas. Además, los dispositivos móviles son una puerta de acceso fácil a las redes corporativas: si un teléfono infectado se conecta al mismo WiFi que otros dispositivos de la compañía, el malware puede entrar en los servidores e infectar a todos los equipos. Por esta razón, las compañías deben blindar a sus empleados con una solución de ciberseguridad móvil avanzada.

Seguridad cloud y transformación digital. 2017 ha sido el año de la consolidación de la nube como parte de la transformación digital de las empresas. Pero, al trasladar sus datos a un entorno cloud, la empresa debe protegerlos con el mismo nivel de seguridad que en los entornos físicos. Los controles tradicionales y estáticos no son eficaces cuando se aplican a entornos dinámicos y elásticos como es el caso del cloud, lo que pone a las corporaciones y a sus datos en peligro ante nuevas amenazas.

A pesar de que durante este año algunos ataques como Wannacry y Petya han ocupado las portadas de todos los medios, la mayoría de las organizaciones siguen sin estar lo suficientemente protegidas contra el malware. Las empresas deben aprender a adaptarse al siempre cambiante ecosistema de ciberamenazas.

Check Point recomienda que la estrategia de seguridad de las empresas deje de centrarse en la detección y prioricen la prevención de amenazas. Una buena solución, como Check Point SandBlast Agent, debe ofrecer funciones avanzadas de protección de día cero. También es imprescindible que incorpore una cobertura completa y en tiempo real para todos los vectores de amenaza, permitiendo que los usuarios trabajen de forma segura con independencia de dónde se encuentren y sin comprometer su productividad.

Destacan como especialmente útiles dos tecnologías:

• Threat Emulation: Motor de sandbox utilizado para analizar una amplia gama de archivos y URL. Se encarga de evitar las infecciones por amenazas desconocidas y ataques dirigidos, bloqueándolos para que la infección no llegue a producirse. La emulación inspecciona rápidamente archivos descargados o adjuntos sospechosos, como PDF o archivos de Microsoft Office, y ejecuta su funcionamiento en un entorno virtual con el fin de descubrir comportamientos maliciosos.

• Threat Extraction: Elimina de forma proactiva las partes potencialmente peligrosas de los documentos que llegan a través de descargas y correo electrónico, como macros u objetos embebidos. Además, envía al usuario una copia del documento completamente segura en cuestión de segundos.

Threat Emulation y Threat Extraction son, combinadas con el resto de funcionalidades de Check Point Sandblast Agent –como las tecnologías Anti-Ransomware, Anti-Bot y Zero Phishing y el análisis forense– la única solución posible para mantener a salvo los endpoints de las empresas.

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Redacción Data Center Market

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