Commvault ha sido el socio tecnológico para la protección de datos en esta aventura, y ha proporcionado protección y respaldo para todos los datos críticos capturados durante el trayecto. Durante las semanas que ha durado el desafío se han mostrado tecnologías de vanguardia lo suficientemente robustas para trabajar en uno de los entornos más hostiles de la Tierra, al tiempo que se han recopilado datos científicos fundamentales, con el objetivo de inspirar a gobiernos, educadores, empresas, inversores e individuos a tomar medidas concretas y cuantificables para cambiar su forma de pensar, legislar y usar la energía.
Chris Powell, Chief Marketing Officer de Commvault, que se unió a las últimas 60 millas de la expedición, cuenta cómo Commvault ha usado su tecnología de gestión de datos para recibir, indexar, almacenar y distribuir los mensajes, videos, fotografías y datos científicos históricamente significativos enviados directamente desde la Antártida mientras la expedición ha estado en marcha.
“Cuando Commvault se reunió por primera vez con Robert Swan, explorador polar y ecologista, que también fue el primer hombre en caminar hasta los polos Norte y Sur, nos dimos cuenta de que su organización, la Fundación 2041, manejaba un enorme volumen de datos. Pero la información estaba en todas partes. Había videos, fotos, informes y correos electrónicos de expediciones anteriores almacenados en varios ordenadores portátiles; había unidades de disco; incluso había fotos metidas en los cajones. Más allá de la falta de organización, pronto descubrimos que los ordenadores de la Fundación 2041 tenían niveles de protección limitados (en el mejor de los casos). Lo mismo ocurría con sus datos”, comenta Chris Powell.
Durante la expedición, los datos se han transmitido a través de teléfonos con conexión satélite. Para el vídeo y otros archivos de gran tamaño, se han usado tarjetas de datos que se enviaban desde la base del campamento, en Union Glacier a Punta Arenas, en Chile.
Todos los datos recibidos (comunicaciones, videos, audio, fotos, correos electrónicos e informes) se han ido cargando directamente en Commvault Data Platform, que, en este caso, se ha ejecutado en la nube de Microsoft Azure.
“Seleccionar Microsoft Azure fue una elección fácil. Disfrutamos de una excelente relación de trabajo con Microsoft y Commvault se encuentra entre los mayores proveedores de datos de Azure. Un beneficio adicional, también, es que hay un centro de datos en la nube Azure ubicado en América del Sur, lo que hizo que la carga de datos en la nube fuera más rápida (dadas las capacidades de comunicación limitadas en esa parte del mundo). Una vez en Azure Cloud, los datos se han indexado y protegido en Commvault Data Platform. El acceso a los datos se ha proporcionado a través de Commvault Edge”.
La clave para la gestión de los datos reside en la oferta de servicios gestionados de Commvault. El equipo de Servicios Gestionados trabaja para garantizar que el proceso se realice correctamente, especialmente cuando una organización – como ocurre en el caso de 2041 -tiene experiencia limitada en TI. Hoy en día 2041 puede categorizar el contenido, decidir quién puede descargar los datos (socios, patrocinadores, público, etc.) y determinar qué tipo de acceso pueden tener los medios de comunicación para las imágenes, todo de forma sencilla.
Una vez finalizada la expedición, Commvault continuará prestando apoyo continuo a la organización 2041 durante los próximos años para sus operaciones diarias. Eso también incluye el almacenamiento de datos y la protección de los datos críticos que la fundación utilizará para cumplir con su misión de proteger la Antártida e impulsar su mensaje de adopción de energía sostenible y renovable para combatir el cambio climático.
“Ha sido un privilegio participar en esta expedición, y me gusta pensar que al proporcionar a Robert y su organización 2041 la tecnología para registrar, documentar y guardar de forma segura todo el vídeo, el audio y las imágenes capturadas en las 600 millas de la expedición, estamos, a nuestra manera, contribuyendo a una narrativa de importancia mundial que comenzó con las heroicas expediciones polares de Scott y Amundsen a principios del siglo XX “, finaliza Powell.