El centro de datos es un activo estratégico de la revolución digital. A medida que la demanda de servicios en la nube continúa creciendo, los centros de datos de última generación, que son suficientemente seguros, conectados y eficientes energéticamente, se han convertido en un agente clave para apoyar a las empresas a medida que expanden sus operaciones. En este contexto, se recurre a especialistas cuya actividad principal es el alojamiento. Según IDC, el 15% de todas las implementaciones de servidores en Europa Occidental en 2018 se alojaron en centros de datos de alojamiento, lo que representa el 41% de los servidores empresariales desplegados fuera de las instalaciones propias.
En el centro de este entorno cambiante, el papel del centro de datos ha pasado de ser un simple medio tecnológico y de almacenamiento a ser un vector de innovación y diferenciación, que garantiza la competitividad, la continuidad y el apoyo seguro a las operaciones comerciales. Un centro de datos ubicado en un mismo lugar ofrecerá una serie de ventajas: fácil acceso a una infraestructura flexible y modular capaz de responder al crecimiento de su negocio, seguridad de última generación, técnicas de refrigeración optimizadas para reducir el impacto medioambiental y el consumo energético, acceso a operadores de cloud computing públicos, herramientas DCIM de eficacia probada… todo ello por un TCO (Coste Total de Propiedad) inferior al de la construcción de un centro de datos propio.
Estos son los cuatro factores a tener en cuenta para elegir eficazmente un socio de alojamiento:
1. Evaluar la flexibilidad para satisfacer las necesidades cambiantes
El operador del centro de datos debe ser capaz de albergar las infraestructuras existentes de las empresas, y ser capaces de de responder al desarrollo de sus actividades en un periodo de 12 a 18 meses. También es necesario analizar que el plan de expansión está verdaderamente en línea con las necesidades, para evitar la fragmentación que se producidiría a posteriori en los servicios de alojamiento.
Otro factor de selección es la presencia geográfica. Si la cobertura multi-país, la separación geográfica de la recuperación de desastres o los requisitos de la aplicación Edge son críticos, se debe favorecer a un proveedor con una amplia red de campus y centros de datos repartidos por una región o varios países.
2. Medición de las capacidades y opciones de conectividad
La conectividad es el alma de la economía digital. Según un estudio de IDC europeo de 2019 sobre las comunicaciones empresariales, los principales impulsores de la evolución de la red son: la interconexión de las diferentes nubes, la fibra oscura, la mejora del ancho de banda y la latencia. La migración acelerada a entornos virtualizados definidos por software, capaces de hibridarse en entornos multi-nube, está acelerando la demanda de interconexiones multi-operador en centros de datos de alojamiento. Por consiguiente, será necesario evaluar la capacidad del proveedor para prestar servicios completos y neutrales, en cuanto al operador o su propia red, a los principales proveedores de servicios públicos de nubes.
3. Obtener garantías en materia de supervisión y monitorización de la infraestructura IT y de su entorno
Una parte esencial de un centro de datos moderno es la capacidad de supervisar, gestionar y automatizar los flujos de trabajo mediante la recopilación de información tanto sobre el rendimiento de las plataformas informáticas (servidores, almacenamiento y red) como sobre los elementos subyacentes, como la temperatura y la eficiencia energética. Paradójicamente, el nivel de adopción de estas soluciones centralizadas de monitorización del rendimiento es bastante lento, a pesar de que el personal de TI suponer casi un tercio de los gastos operativos de un centro de datos. Por lo tanto, la automatización de la supervisión y gestión de la infraestructura debería ser una parte fundamental de las especificaciones. El proveedor tendrá que proporcionar al gestor de la infrastructura IT una gama completa de métricas en tiempo real – principalmente temperatura, humedad y potencia consumida que complemente esa gestión IT aportando datos de rendimiento y condiciones ambientales- de forma que se puedan tomar medidas de mejora de estos indicadores. Además, todos los componentes de la infraestructura del centro de datos deberán ser monitorizados y administrados a distancia. Con esta información, la empresa podrá gestionar sus acuerdos de nivel de servicio (SLA) que mide con mayor precisión el rendimiento, la fiabilidad, los parámetros ambientales y los costes, a fin de proteger sus aplicaciones y servicios críticos con una visión global del coste de operación.
4. Evaluación del rendimiento energético y del impacto ambiental
La creciente digitalización de las empresas, que ahora abarca la cadena de suministro, la producción, el back office, las ventas y la experiencia de los clientes, provoca un fuerte aumento de las necesidades de computación y almacenamiento, con el consumo energético de alimentación y refrigeración asociado A medida que el consumo de energía del centro de datos evoluciona en línea con el consumo mundial, la optimización de su eficiencia energética es un gran desafío. El proveedor debe ofrecer las mejores garantías en términos de PUE (Power Usage Effectiveness). Este indicador de eficiencia energética se calcula dividiendo la energía total consumida por el centro de datos por la energía total utilizada en los equipos informáticos (servidor, almacenamiento, red). Para un centro de datos ejemplar, el objetivo es tener un PUE lo más cercano posible a 1.
Para ello, se basa en técnicas avanzadas de distribución de energía y de refrigeración (utilización de aire exterior (fre-cooling), refrigeración adiabática, etc.), así como en la optimización del espacio. Es importante dar preferencia a los proveedores de alojamiento con una estrategia activa y continua de ecoenergía y, en particular, con el compromiso de aplicar contratos que garanticen que el 100% de la energía consumida será compensada por fuentes de energía renovables como la energía eólica, solar o geotérmica. En los casos en que los proveedores utilicen combustibles fósiles, será útil evaluar tanto su estrategia de compensación de carbono como su hoja de ruta para pasar a un suministro de energía totalmente renovable.
A medida que las compañías se vuelven cada vez más digitales, requieren un socio estratégico que les apoye en su crecimiento. Su valor debe ser real, especialmente en términos de distribución geográfica, conectividad optimizada, monitorización de indicadores clave y de eficiencia energética. La combinación de estos parámetros es imprescindible para que las empresas puedan seguir innovando en unos mercados cada vez más globalizados y competitivos.