Según informó recientemente IDC, la inversión en infraestructura en la nube ha superado por primera vez a la de TI tradicional. Sin embargo, no es posible gestionar la nube de la misma manera en la que se administran y protegen los entornos locales, ya que su complejidad y su ritmo de cambio es mucho mayor. Para tener éxito en el mapeo y gestión de las TI en la era de la nube, Qualys señala cinco áreas clave que hay que considerar. Al analizar estas cinco prioridades, se puede mejorar la gestión de los activos de TI a lo largo del tiempo, independientemente de las plataformas que se implementen o de los cambios que se produzcan.
Estas son las áreas clave que considera Qualys:
• Visibilidad – ¿es posible ver todo el entorno de TI y obtener datos sobre lo que hay en él, incluidos instalaciones on-premise, la nube y el centro de datos?
• Inmediatez – por encima de obtener información sobre lo que está en su lugar, ¿es posible actualizar esa información en cualquier momento?
• Exactitud – ¿es posible conseguir que los datos estén en su lugar y normalizados, de modo que haya una única fuente de información sobre lo que está instalado? Y lo que es más importante, ¿esta información es precisa?
• Escala – ¿se puede hacer frente a todos los entornos existentes, y mantenerse al día a medida que aumenta el número de entornos físicos, geográficos e informáticos?
• Conocimiento de la situación – ¿es posible monitorizar los datos en tiempo real y entender lo que está sucediendo? Y lo que es más importante, ¿se pueden cambiar las prioridades y requisitos para ver cuáles son los temas más urgentes en cualquier momento?
Al obtener estos datos exactos, es factible mejorar el enfoque ante cualquier nuevo desafío relacionado con la seguridad, el cumplimiento o el riesgo. Al comprender lo que hace que cada plataforma funcione – y los procesos que esos equipos llevan a cabo a su alrededor – se puede ayudar a los equipos de TI a colaborar y a priorizar sus esfuerzos.