Dentro de la seguridad, los data centers son uno los servicios más sensibles que existen; requieren medidas especiales de protección, comparables a las de infraestructuras críticas como centros de generación de energía o suministro de agua. Y es que, en la era digital, el almacenamiento y suministro del dato es vital para millones de ciudadanos y empresas. Su protección refleja las tendencias punteras tanto en tecnología de seguridad como en la cualificación y capacidades de las personas que la supervisan.
La ciberseguridad es sin duda una de las mayores y más justificadas preocupaciones de nuestro tiempo. Sin embargo, puede hacernos olvidar que existe una dimensión de protección física ante los riesgos digitales que es vital para garantizar la integridad de los datos.
Existe una dimensión de protección física ante los riesgos digitales que es vital para garantizar la integridad de los datos
Con el auge de los servicios en la nube, acentuado por la pandemia, se ha acelerado la creación de verdaderas infraestructuras críticas cuya seguridad y protección físicas son fundamentales para el funcionamiento de la sociedad de la información. Los data centers son un área de negocio que ha crecido de forma exponencial en los últimos años, y España es el país europeo con mayor crecimiento. Grandes actores del mercado español, como IBM, AWS o Google, están eligiendo nuestro país como hub para el sur de Europa por su buena conectividad transatlántica, la seguridad de su suministro eléctrico o sus buenos niveles de seguridad pública y privada.
Los data centers son el corazón de la economía digital; procesan, alojan y distribuyen toda la información crítica y vital para el buen funcionamiento de las empresas. Son los repositorios de los millones de datos que almacenan las corporaciones a diario, y contienen información vital y confidencial que debe estar altamente protegida. Aunque existen complejos sistemas de backup y redundancias que aseguran la integridad última de los datos, los riesgos físicos que afronta un data center, ya sea de security (intrusión, sabotaje, etc.) o de safety (incendios, inundaciones, cortes de suministro, etc.), pueden tener consecuencias muy graves aun cuando sean de carácter transitorio o regional.
Un claro ejemplo de buenas prácticas en protección física de los data centers es el de las grandes compañías tecnológicas que operan en nuestro país, ya que han desplegado sistemas de seguridad muy avanzados que incluyen soluciones de vigilancia 24×7, sistemas de control de acceso o soluciones antincendios y antisísmicas de última generación. Toda esta infraestructura requiere de personal cualificado y perfectamente formado para su correcto funcionamiento; perfiles avanzados con capacidad de gestionar herramientas tecnológicas complejas y con dominio del inglés, fundamental en este entorno multinacional.
Toda esta infraestructura requiere de personal cualificado y perfectamente formado para su correcto funcionamiento; perfiles avanzados con capacidad de gestionar herramientas tecnológicas complejas y con dominio del inglés, fundamental en este entorno multinacional
Por eso, la formación es un aspecto fundamental para que todo este entramado funcione a la perfección. De hecho, lo que más valoran las empresas a la hora de elegir su partner en seguridad, es si cuenta con un plan de formación continuada y un estricto proceso de selección. Prefieren socios que ofrezcan un valor añadido con profesionales altamente cualificados que actúan, no solo como vigilantes convencionales, sino como gestores del avanzado sistema tecnológico que tienen desplegado en sus data centers, interactuando con las últimas tecnologías, como la biometría o CCTVs avanzados para automatizar los procesos de detección e intrusión en áreas no autorizadas.
En definitiva, la seguridad física para data centers se ha convertido en un aspecto primordial para la continuidad de nuestra economía y de nuestra vida cotidiana. Ha evolucionado mucho en los últimos años y requiere personal muy cualificado, ya que este forma parte de un sistema tecnológico en el que interactúa como gestor del mismo, con un rol fundamentalmente preventivo
Estas soluciones muestran el camino de futuro de la tecnología de seguridad y de los servicios de vigilancia, que trasladado a otros sectores y empresas nos van a permitir ofrecer un mayor valor añadido.