Parecen aclararse los rumores que han circulado hace unos quince días que apuntaban una división de HP en dos compañías (una idea que viene de los tiempos de Apotheker), como paso previo a una posible fusión con EMC, que habría quedado truncada por el precio de adquisición marcado por la firma propietaria de VMware. Lo que sí se da por seguro es que Hewlett-Packard se va a convertir en dos empresas diferentes para abordar más adecuadamente el panorama tecnológico marcado por la movilidad y el cloud computing.
Por un lado, se dividirá en dos entidades. Una centrada en el negocio de sistemas personales e impresoras y la segunda se dedicará a la venta de servidores, sistemas de almacenamiento, networking, software y servicios para empresas. Según adelantaba ayer The Wall Street Journal, una fuente próxima al consejo de administración de HP ha dicho que “la división está a punto”.
En 2013, la multinacional registró una cifra de negocio de 112.000 millones de dólares, de los que cerca del 50% proviene de la venta de ordenadores e impresoras. HP es líder mundial de impresoras y se disputa el cetro mundial con Lenovo en el ámbito PC. Esta idea puede considerarse una evolución natural, dado el empuje de los fabricantes de tabletas y smartphones (con Apple y Samsung a la cabeza), que están ganando un posicionamiento fuerte en el entorno de PC y la necesidad de HP de poner toda la carne en el asador en el ámbito de los dispositivos digitales.
En servidores también tiene mayor cuota de mercado, si bien en networking y almacenamiento está por detrás de empresas como Cisco y EMC, respectivamente. La compañía recientemente ha montado una unidad de negocio de cloud computing para competir con gigantes como Amazon o Google.