El auge de la nube en entornos empresariales y particulares es incontestable desde hace ya varios años. Ofrece un lugar centralizado con enormes cantidades de espacio de almacenamiento a bajo coste, además de potencia de computación más que suficiente para cualquier tarea. Sin duda, cloud computing se ha consolidado como la manera más eficiente y efectiva de poner en marcha los procesos de Transformación Digital dentro de las organizaciones. Sin embargo, hasta hace muy poco, su introducción en entornos industriales y de fabricación seguía siendo una asignatura pendiente.
A pesar de que es en estos entornos donde se genera mayor cantidad de datos no estructurados y se requiere una mayor capacidad de espacio y de procesamiento, la adopción de la nube en el sector industrial no terminaba de producirse debido, sobre todo, a los pequeños retardos que podría introducir el procesamiento de los datos en la nube. Los pequeños retrasos que en otros ámbitos son apenas apreciables, para el sector industrial podían generar incidencias en las tareas de producción y convertirse en miles, o incluso millones de euros de pérdidas. Por ello, en estos entornos industriales, la mejor solución no sería una solución en la Nube tradicional, sino que habría que buscar un nuevo enfoque.
Industrial Cloud es precisamente esta nueva manera de enfocar y utilizar la infraestructura cloud dentro de las empresas del sector. En este contexto, más que en ningún otro, la nube tiene que proporcionar a los actores participantes un entorno virtual rápido, cercano y seguro que permita intercambiar e integrar millones de datos confidenciales de forma inmediata.
Big Data, Cloud e Industria 4.0
Los procesos productivos industriales se llevan a cabo habitualmente utilizando máquinas con capacidad de funcionar de manera automática o semiautomática. Esta automatización se logra mediante la inclusión de dispositivos electrónicos como sensores, actuadores, autómatas de control, controles numéricos… Las máquinas industriales integran cientos de estos sensores, varios autómatas de control y numerosos conjuntos de reglas. Esta complejidad provoca que los ingenieros que trabajan en su diseño, puesta en marcha y mantenimiento no puedan gestionar la totalidad de las situaciones que pueden darse durante la operación de la máquina y hacen que su funcionamiento se vea limitado.
Es en este punto donde el dato y su ciclo de vida se tornan fundamentales. En el actual ecosistema industrial, es importante que el dato no “muera” y se pueda reutilizar para mejorar y ampliar las operaciones. Tiene que ser transmitido y convertirse en la materia prima para una nueva actividad de investigación y análisis.
El dato se consolida por tanto como clave para entender las operaciones, y la nube como la única tecnología con capacidad para gestionarlo y obtener nuevos conocimientos. Así pues, Industrial Cloud es la tecnología y el enfoque que hace posible un nivel de análisis sin precedentes. Gracias a él es posible conectar todas las máquinas de un mismo fabricante (y de los de sus clientes) a un único repositorio, cotejar, medir y analizar los datos que generan y obtener, finalmente, posibilidades para la optimización de los procesos industriales productivos.
Un largo camino por recorrer
Aunque en los últimos años hemos visto cómo la digitalización de la industria ha empezado a tomar fuerza, todavía queda un largo camino por recorrer. Las tecnologías habilitadoras básicas ya están muy maduras y se encuentran muy trabajadas en otros sectores. Tecnologías como la conectividad segura, monitorización remota, entrega de datos en dispositivos ubicuos o la gestión de plataformas virtualizadas en entornos Cloud ya son soluciones ampliamente afianzadas. En general, la industria está poco a poco superando satisfactoriamente la primera fase de incorporar estas tecnologías a sus máquinas y procesos.
Ahora el reto se encuentra en la trasformación del modelo de negocio y la digitalización de los activos, que debe integrarse en los procesos de transformación digital de las empresas. Es decir, los datos generados desde las máquinas deben incorporarse de forma inteligente a los sistemas digitales como ERP, MES, GMAO, CRM, etc., que las empresas ya vienen utilizando. Esta integración generará un espacio de oportunidad enorme para todos los actores que forman parte de la cadena: fabricantes, proveedores, clientes, empresas de desarrollo, etc.
No estamos hablando de un proceso sencillo ni inmediato, la implantación de la nube en el sector industrial puede llegar a ser muy complejo y costoso ya que requiere de la incorporación de soluciones y tecnologías en muchísimo equipamiento. Además, no es posible optimizar un poco un sistema, hay que cambiarlo e introducir fórmulas nuevas y disruptivas.
En cualquier caso, Industrial Cloud apunta a una tendencia tan imparable como en su momento lo fue el Cloud a secas. Además, la Nube permite que los proyectos de digitalización del sector industrial puedan ser más flexibles, crezcan de forma dinámica y se reduzcan los riesgos de un proceso tan importante como la Transformación Digital.