Innovación, sostenibilidad y velocidad guiarán la evolución de los CPD en 2016

Emerson Network Power ha identificado cinco tendencias clave en los centros de datos para el próximo año.

Publicado el 05 Nov 2015

Innovación, sostenibilidad y velocidad guiarán la evolución de los CPD en 2016

Emerson Network Power, proveedor global en infraestructuras críticas para sistemas de tecnología de la información y comunicaciones, ha presentado cinco tendencias en los centros de datos a las que se debe prestar atención en 2016.

“Mientras todavía vemos cómo muchas empresas siguen huyendo de inversiones a largo plazo en equipos informáticos debido al fluctuante entorno económico, el espacio del centro de datos cambia con rapidez”, comenta Lal Karsanbhai, presidente de Emerson Network Power en Europa, Oriente Medio y África. “Nuestro sector está innovando continuamente, introduciendo nuevas tecnologías en el mercado de forma regular, una tendencia que seguiremos observando a lo largo del próximo año”.

Así las cosas, las cinco tendencias que darán forma al panorama de los centros de datos a partir de 2016:

1. La nube se complica

La mayoría de organizaciones utiliza ahora, hasta cierto grado, la computación en la nube. La evolución desde SaaS a entornos verdaderamente híbridos, en los que los servicios en la nube se utilizan para aportar mayor agilidad a instalaciones antiguas, sigue avanzando a medida que más organizaciones se pasan a una arquitectura bimodal. Sin embargo, en lugar de permanecer estable, la nube podría volverse cada vez más compleja. El último estudio de investigación sobre utilización de servidores, llevado a cabo por Jonathan Koomey de Stanford y Jon Taylor de Anthesis Group, reveló que los servidores de centros de datos empresariales siguen proporcionando tan solo, de media, entre el 5 y el 15% de su potencial de computación máximo en el transcurso de un año. Además, el 30% de los servidores físicos está en estado “comatoso“, lo que significa que no han proporcionado servicios informáticos en seis meses o más. La presión para identificar y eliminar servidores comatosos continuará aumentando y es un paso necesario para la correcta gestión del consumo energético; sin embargo, también se explorará el potencial de que la capacidad no utilizada de centros de datos pase a formar parte de un servicio compartido, un modelo de computación en la nube distribuido, lo que permitirá a los centros de datos empresariales vender su capacidad excedente en el mercado libre.

2. La arquitectura se impone sobre la tecnología

Si bien la tecnología de los centros de datos desempeña una importante función a la hora de garantizar el rendimiento y la disponibilidad, los operadores de centros de datos cada vez se centran menos en ella y más en las arquitecturas en las que están desplegando esas tecnologías. “Nuestros clientes acuden a nosotros para desarrollar una arquitectura a su medida que se ajuste a sus necesidades y entorno específicos. Ya no buscan automáticamente la arquitectura de potencia tradicional, al entender que un sistema personalizado según sus requisitos es capaz de ofrecer más beneficios a largo plazo, incluidos una mayor disponibilidad, rendimiento y ahorro adicional” añade Franco Costa, vicepresidente y director general de sistemas de alimentación para Emerson Network Power en Europa, Oriente Medio y África.

3. Los centros de datos encuentran un lenguaje común

El Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) no solo repercutirá sobre las arquitecturas de los futuros centros de datos aumentando el volumen de datos que deban procesarse, sino que también cambiará la gestión de los centros de datos, y esto último pasará antes que lo primero. Los centros de datos de hoy en día incluyen miles de dispositivos que hablan multitud de lenguajes, incluidos IPMI, SNMP y Mod Bus. Esto crea lagunas entre sistemas que limitan los esfuerzos de gestión holística. Esta limitación dejará de existir a medida que Redfish, una especificación abierta de sistemas para centros de datos y gestión de sistemas desarrollada por Emerson Network Power, Intel, Dell y HP, consiga aceptación. Redfish creará interconectividad a través de sistemas de centros de datos, permitiendo nuevos niveles de visibilidad, control y automatización. Su adopción también ayudará a establecer mejores prácticas para el uso eficaz de IoT en otras aplicaciones.

4. La responsabilidad social se hace notar

Desde 2007, el sector ha abordado la eficiencia energética pero centrándose, sobre todo, en los aspectos financieros. Ahora, con iniciativas como la Directiva relativa a la eficiencia energética de la UE, en la que se esboza un conjunto de medidas vinculantes con las que se pretende lograr la reducción del 20% del consumo energético para 2020, algunas empresas están cambiando su enfoque de ahorro financiero por el de sostenibilidad, y están mirando sus centros de datos a través de una lente de responsabilidad social. Las operaciones de los centros de datos, incluidas la huella de carbono, el uso de energías alternativas y la eliminación de equipos, se están incluyendo ahora en las declaraciones de responsabilidad corporativa, creando una mayor presión para avanzar en estas áreas. El impacto de esta tendencia no se limitará a decisiones tecnológicas en las instalaciones. Para que sea significativa, deberá abarcar todo el ecosistema del centro de datos, incluidas la colocación y los proveedores de la nube. A medida que esta práctica crezca, la sostenibilidad alcanzará el nivel de disponibilidad y seguridad, como atributos imprescindibles de un centro de datos de alto rendimiento.

5. El centro de datos de vecindad se consolida

El crecimiento en el consumo de contenido digital y recopilación de datos está desafiando el modelo de centro de datos centralizado. Si bien grandes centros de datos seguirán proporcionando la mayoría de la computación, se verán respaldados cada vez más por instalaciones limítrofes, o centros de datos de vecindad, que proporcionarán contenido y aplicaciones de baja latencia a usuarios o procesamiento de datos y lógica para redes de IoT. A medida que estos microcentros de datos, funcionando como satélites de una instalación central, proliferen en los campus corporativos y en áreas residenciales de alta densidad, su éxito dependerá del uso de sistemas inteligentes y estandarizados que puedan gestionarse remotamente.

“Factores como la sostenibilidad y la velocidad seguirán repercutiendo en el mercado de centros de datos a lo largo del próximo año”, añade Karsanbhai. “En 2016, veremos como un mayor número de organizaciones comprenderán lo que podría aportar a sus operaciones globales invertir en nuevos equipos, como una mejor comprensión de los datos y la capacidad de ofrecer a sus clientes un mejor servicio”.

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Cristina Albarrán

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