La nueva tecnología móvil 5G pone a volar la conexión de manera vertiginosa, con lo cual se minimizan los tiempos de latencia (período de respuesta de la web) y se triplica la cantidad de dispositivos interconectados. Estaremos conectados todo el día a todos los aparatos y habrá tiempo de navegación para hacer en simultáneo tareas complicadas o estar en cualquiera de los casinos online en Perú.
Y es que la quinta generación de tecnología móvil viene a decirnos cuánto seremos capaces de hacer en la era del Internet de las cosas (Internet of things, IOT), con 60% de la población mundial conectada, más sofisticación de dispositivos electrónicos y más artículos inteligentes con capacidad de responder a distancia, en tiempo real y con autonomía de desempeño.
Estamos hablando de que esta quinta generación de redes móviles, conocida como 5G, está diseñada para, además de aumentar la velocidad de conexión, elevar el nivel de la experiencia y optimizar la capacidad de los servicios inalámbricos.
Con esta capacidad y velocidad, la conexión de personas y objetos será cada vez más sencilla, segura y frecuente, así como personas y dispositivos, datos, aplicaciones, sistemas de transporte, vialidad, y en general con los entornos urbanos y hasta extraurbanos con redes inteligentes de interacción.
La capacidad de conexión: una carrera de velocidad
La velocidad máxima de la conexión 5G es de 20 Gigabytes por segundo, a diferencia de la máxima velocidad alcanzada por la tecnología 4G, de 1 Gbps.
Además, esta optimización de velocidad y transmisión de datos mejora también el rendimiento de las aplicaciones comerciales y de las experiencias digitales tan necesarias en tiempos de teletrabajo, telemedicina, teleeducación, así como de otras prácticas como videoconferencias, juegos en línea y carreras de autos con piloto automático.
La primera red de conexión móvil conocida como 1G, que solo permitía hacer llamadas, dejó de ser una novedad cuando apareció la tecnología 2G, que incorporó los Short Message Service (SMS), y de un paso a otro el móvil se fue haciendo más inteligente y abarcando más funciones de las que habíamos pensado.
La aparición del Smartphone nos dio una herramienta de interacción cada vez más eficiente con la conexión 3G, previo a la llegada de la banda ancha 4G, lo que nos dio la experiencia del streaming, es decir, reproducir videos en tiempo real, además de la fascinante realidad aumentada.
¿Qué podremos hacer con la tecnología 5G?
La tecnología 5G servirá para la transmisión de información en grandes cantidades y a mucha más velocidad, también para conectar a un número elevado de dispositivos y que procese datos, bien de búsqueda, cruce y actualización de información en un mínimo de tiempo.
Aparte de poder navegar a velocidad de 20 GBps, más veloz que los más destacados paquetes de conexión por fibra óptica, la reducción del tiempo de latencia quedará en 5 milisegundos, de manera que la descarga de una película, por ejemplo, tardará apenas unos segundos.
Y ni hablar de lo que se podrá hacer en cuanto a dispositivos conectados simultáneamente, como, por ejemplo, vehículos, aparatos del hogar como robots de limpieza, alarmas, lavadoras, secadoras, cámaras de seguridad, hornos, cocinas, etc., equipos de oficinas como impresoras, computadoras que corran programas, experimentos, simulaciones, etc.
En el sector industrial también habrá mejoras de los procesos, con la implementación de inteligencia artificial y el uso de sensores que activen o detengan cadenas de producción, hacer análisis de productos en tiempo real, detectar problemas en materia prima, insumos, control de calidad, empaques, paletizados hechos por robots, entre otros.
¿Qué pasará con la tecnología 4G?
Por ahora, la tecnología 5G no desplazará a sus antecesoras (4G y 3G), pues aunque la desconexión de estas sea inexorable, no ocurrirá a mediano ni mucho menos a corto plazo. A estas alturas de la evolución tecnológica aún funcionan equipos 2G, por lo que todas tienen mucho tiempo de vida.
La tecnología 5G está incipiente y se están haciendo pruebas en muchos países. Aún faltan detalles para que todo el ecosistema se acople a la nueva tecnología y poder aprovecharla al máximo.