El estudio Getting to Equal 2019 desvela -por ejemplo- que la mentalidad innovadora de los empleados españoles es siete veces mayor en compañías que cuentan con una firme cultura igualitaria, donde todos pueden avanzar y prosperar, que en aquellas que carecen de ella. Según el estudio de Accenture, la gran mayoría de los ejecutivos de todo el mundo coinciden en que la innovación continua es necesaria: el 95% ve la innovación vital para la competitividad y la viabilidad de negocio. Así, una cultura igualitaria es un potente impulsor de innovación, más que otros factores diferenciadores como el sector, el país o los datos demográficos de la plantilla. Entre los encuestados, personas de diferentes géneros, identidades sexuales, edades y orígenes se ha demostrado una mentalidad innovadora más sólida en entornos de trabajo con una cultura más igualitaria.
“Acelerar la igualdad en el lugar de trabajo nunca ha sido tan importante para impulsar la innovación”, sostiene Maria José Sanz Jiménez, managing director y responsable del Comité de Igualdad y Diversidad de Accenture en España, Portugal e Israel. “Si los empleados tienen un sentimiento de pertenencia y se les valora por sus contribuciones, perspectivas y circunstancias únicas, es más probable que se sientan más motivados para innovar. Nuestro estudio demuestra que aprovechar el poder de la cultura corporativa es clave para liberar la innovación en toda la compañía”.
La edición de este año ha determinado que un entorno laboral estimulante es la categoría más importante a la hora de aumentar la mentalidad innovadora, compuesta, fundamentalmente, por seis elementos: propósito, autonomía, recursos, inspiración, colaboración y experimentación. De hecho, cuanto más estimulante es el entorno, más alta es la puntuación en cuanto a mentalidad innovadora. Por ejemplo, en España, la probabilidad de que los empleados con una cultura corporativa sólida señalen que nada les frena a la hora de innovar es 12 veces mayor que en aquellas organizaciones con una cultura corporativa menos igualitaria (48% en la mayor parte de las culturas igualitarias frente al 4% en las menos igualitarias).
Sin embargo, las organizaciones deben terminar con la diferencia de percepción entre los altos ejecutivos y sus empleados. Mientras que el 76% de los directivos españoles sostiene que motivan a sus empleados para que innoven, solo el 41% así lo siente. Por ejemplo, los ejecutivos parecen sobrestimar los beneficios económicos e infravalorar el propósito, como cuáles son las motivaciones reales de los empleados para innovar. En culturas corporativas más igualitarias, los factores que sustentan una mentalidad innovadora son la formación en competencias relevantes, los acuerdos laborables flexibles y el respeto por el equilibrio en la vida laboral.
Mientras que la diversidad considerada en solitario (un equipo de liderazgo diverso y una plantilla igualitaria) impacta positivamente en la mentalidad innovadora, una cultura corporativa igualitaria es el multiplicador esencial para ayudar a las compañías a maximizar su innovación. El estudio muestra, según la muestra española, que la mentalidad innovadora de los empleados es dieciséis veces mayor cuando la diversidad se combina con una cultura corporativa igualitaria, comparada con aquellas donde esa unión es menos común.
El informe también indica que la mentalidad innovadora es más fuerte en economías de rápido crecimiento y países con un alto crecimiento de su productividad laboral. La oportunidad es enorme: Accenture calcula que el PIB global podría aumentar hasta en 8 billones de dólares en 2018 años si se aumenta la mentalidad innovadora un 10% en todos los países.
El informe está basado en una encuesta a más de 18.000 profesionales de 27 países, otra encuesta a más de 150 altos ejecutivos de ocho países y un modelo que combina los resultados de una encuesta a empleados con datos públicos sobre los trabajadores. Se construye sobre la investigación de 2018, que identificó los 40 factores de lugar de trabajo que contribuyen a una cultura corporativa igualitaria, divididos en tres categorías prácticas: el liderazgo audaz, un plan de acción global y un entorno estimulante.