Los sistemas de alimentación ininterrumpida (SAI) han encontrado en los centros de datos un filón. Gracias a estas instalaciones críticas que han de asegurar una continuidad del servicio y no pueden permitirse un fallo en el suministro eléctrico, la industria de los UPS se ha reactivado en nuestro país y mantiene su estabilidad. “El mercado de los SAI en España marcha muy bien”, confirma Carles Agustí, responsable de Canal IT de Salicru. “Ya 2016 fue un buen año y este 2017 está experimentando igualmente un importante y progresivo crecimiento que, en el caso de Salicru, se situará en torno al 10%”. A lo que añade: “Los CPD han sido en los últimos años uno de los segmentos que han impulsado la evolución positiva de la industria de los SAI en España”.
Asimismo, Javier Martínez, sales application engineer en Eaton, manifiesta que desde su compañía “somos optimistas con el progreso del sector teniendo en cuenta el desarrollo positivo que registró el negocio de los SAI en España durante 2016, así como las señales que hemos percibido durante el primer semestre de este año. Por el momento, el mercado está creciendo respecto al año pasado y las expectativas son buenas. En el caso de Eaton, en lo que va de año, estamos en línea con la tendencia ascendente del sector”.
Igualmente, José Alfonso Gil, director de Vertiv en España, corrobora que “llevamos unos meses observando un movimiento positivo en el mercado, aunque con ligeros altibajos puntuales que denotan que la economía todavía no se ha estabilizado como nos gustaría. Por ello, debemos mantenernos cautos a la hora de hacer previsiones de incremento pero, en cualquier caso, podemos constatar que la recuperación se está consolidando a nivel general, y también en la industria de los SAI. Esta mejora económica unida a la necesidad de ser cada vez más pendientes de la tecnología y de que ésta no falle nunca, nos hace ser optimistas de cara al futuro de nuestro negocio a corto y medio plazo”, sentencia. Y es que, según el directivo con la recuperación económica en camino y en consecuencia la activación de la Administración Pública como principales motores del mercado de los SAI en España, existen otros factores a tener en cuenta en el impacto de desarrollo de este campo, entre otros, la proliferación de dispo-sitivos móviles, la Internet de las cosas (IoT), el tráfico de datos asociados y la necesidad de estar conectado continuamente.
Otra percepción respecto a la marcha del negocio manifiesta Salo Tovar Peralta, directora de SEIN, al indicar que desde su punto de vista, un largo período de contención del gasto público, el remanente de la incertidumbre en los mercados financieros y la recesión de inversiones en el sector privado (fundamentada en la situación política), han hecho que el mercado de estos sistemas se haya visto fuertemente perjudicado su crecimiento, por este motivo las ventas han sufrido una notable paralización.
Por otra parte, la pertenencia a la Comunidad Europea, la facilidad de encontrar productos en las redes sociales (globalización) y la inestabilidad, han sido caldo de cultivo para la incorporación al mercado español un nutrido número de pequeñas empresas de nueva creación. Esto ha hecho que un mercado ya mermado en ventas ahora sea repartido. “Quedan lejos los años de bonanza y hoy día los precios finales de los productos esta cercanos a los costes; somos conscientes que en ciertas ocasiones se están adjudicando ofertas por debajo de los costes del producto, lo cual perjudica al sector y pone en grave situación el desarrollo y futura evolución de sus empresas”. Pese a este contexto, “las ventas en este sector están estabilizadas”.
También desde Schneider Electric hablan de un negocio en stand-by. “A pesar de que, durante el primer semestre del año, el mercado de SAI en España ha experimentado un crecimiento del 3,2%, en general se ha mantenido estancado, con un decremento en SAI monofásicos de bajas potencias y un incremento en SAI monofásicos a partir de 3000VA. Esta disminución ha sido algo inferior al sufrido por el mercado bruto de hardware IT, en el que varios estudios de mercado lo sitúan en un 3,4%”, comenta Óscar Pons, product manager ITB Spain de Schneider Electric. “Si miramos por aplicaciones, los que se encuentran en pequeñas salas de servidores donde el requerimiento de potencia es inferior a 10kVA, son las que mayor demanda han tenido”.
Evolución de la industria del CPD
Los centros de datos han sido un revulsivo del sector de los sistemas de alimentación ininterrumpida. Y en los tiempos que corren no hay duda de que los datos tendrán un gran protagonismo en los próximos años, por lo que será indispensable la existencia de data center modernos y adaptados a la nueva era digital. Cada día hay un mayor nivel de concienciación por parte de las compañías sobre los problemas que puede conllevar la pérdida de datos o recursos por deficiencias en el suministro eléctrico, así como por su incidencia en el medio. Por ello, alguno de los gran des objetivos de las empresas radica en el ahorro en el consumo eléctrico y conseguir una mayor eficiencia energética.
Precisamente, algunos fabricantes de estas soluciones admiten que han venido observando cómo las organizaciones integrantes del mercado de los CPD se están organizando de una forma más eficiente y utilizando mejor sus recursos, lo cual permite la reducción de costes y una mayor agilidad de adaptación frente a nuevas necesidades de la industria y requerimiento de los usuarios. Cabe destacar la utilización del grid computing, uso coordinado de un gran número de servidores y almacenamiento (ya estén estos centralizados o distribuidos en diferentes emplazamientos) los cuales actúan en conjunto como un solo ordenador. Este modelo aporta una mayor calidad en el servicio con un menor coste y mayor flexibilidad. Por otra parte, las crecientes demandas de servicios, hacen que el número de servidores se vea incrementado para cubrir estas necesidades. Asimismo, la nueva generación de microprocesadores, junto a una mayor eficiencia energética y la implantación de nuevas tecnologías para el enfriamiento de estas unidades, hacen que el espacio y los requerimientos energéticos se vean moderadamente contenidos.
Así, en paralelo a ese crecimiento de los data center, también han ido evolucionando diferentes innovaciones tecnológicas que básicamente se relacionan con la modularidad y escalabilidad de unos equipos con una elevada eficiencia energética y la garantía de una protección redundante para aplicaciones tan críticas como son este tipo de infraestructuras. También han mejorado la disponibilidad, reducido la tasa de fallos y optimizado la protección frente a ciberataques y las opciones de conectividad.
De hecho, la fabricación de los UPS viene condicionada por este mundo y, cada vez más, se implementan equipos con capacidades que pueden irse adaptando en cada momento. Sin la necesidad de cambiar todo el equipo, con unas ligeras modificaciones se pueden actualizar estos a los nuevos requerimientos. Prestaciones como equipos redundantes, mayor capacidad de equipos paralelizables, distribuciones en anillo y gestión multi-punto, etc., son cada vez más comunes en los centros de datos.
En otras palabras, los centros de datos deben ser escalables y contar con unos SAI que permitan un crecimiento progresivo y representativo de los constantes cambios que todo data center experimenta de forma ágil. Por otro lado, han de contar también con una mayor capacidad de almacenamiento, procesamiento y comunicación, en paralelo a una reducción del espacio físico. El CPD del futuro apostará por el software y se alejará del hardware. Será un software de última generación que permita mejoras en la seguridad de la instalación, la información que ésta contiene y que ayude a gestionar la energía para mantener el negocio siempre en funcionamiento a pesar de incidentes energéticos o ambientales. En este contexto, los centros de datos han de estar impulsados por energía bien regulada y distribuida, con el objetivo de que el coste energético al que den lugar sea cada vez más asequible, tanto desde el punto de vista económico como medioambiental. A colación de esto, los operadores de data center llevan tiempo interesados en alternativas a las baterías de plomo-ácido, pero las tecnologías disponibles no han podido igualar el valor y la capacidad de almacenamiento de las baterías tradicionales. Ahora, están surgiendo alternativas reales que pueden reducir la huella medioambiental, expandir los tiempos y mejorar la sostenibilidad. Con la disminución de los precios y una mayor demanda, las baterías de iones de litio se están convirtiendo en una opción viable para los CPD.
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