El uso de tarjetas de crédito por particulares, tanto en formato físico como digital, está cada vez más extendido. Esto hace que sean objeto de interés por parte de los ciberdelincuentes, por lo que las empresas emisoras de estas tarjetas son más exigentes con los requisitos que imponen a las compañías que, como Mapfre, posibilita el uso de estas tarjetas para la adquisición de sus productos.
Es por ello tan relevante el hecho de que la compañía haya logrado ampliar la certificación PCI DSS (Payment Card Industry Data Security Standard) a sus dos Centros de Procesos de Datos de Alcalá de Henares (Madrid).
Esta certificación acredita que los CPD de Alcalá de Henares (Madrid) cumplen con las medidas de seguridad necesarias para garantizar el cumplimiento de los requisitos del Payment Card Industry Security Standards Council (PCI SSC), que es la norma que regula las condiciones en que estas tarjetas deben custodiarse por parte de las entidades que las admiten como medio de pago y que fue certificado por el equipo auditor de la compañía QSA española Internet Security Auditors.
Este hecho contribuye a reforzar y respaldar la confianza depositada en MAPFRE por sus clientes y las entidades emisoras de tarjetas, y sus avances en las Áreas de Seguridad y Tecnología.