La adaptación al cambio es una de las principales preocupaciones para los profesionales de cualquier disciplina o área, principalmente en lo que respecta a la gestión corporativa, operativa y el negocio. En la era de la digitalización, donde las soluciones digitales han quedado probadas como la base del camino al futuro, cobran especial relevancia modelos de implementación tecnológica en la nube. Para muchas compañías esta estrategia puede marcar, tal y como se recuerda desde Liferay Inc., proveedor de la plataforma Open Source líder para la creación de experiencias digitales web, móviles y para dispositivos conectados, la diferencia a la hora de adaptarse ante cualquier crisis o incidencia que repercuta en el día a día del negocio.
Las soluciones empresariales en la nube tienen asociados beneficios directos que permiten que los negocios evolucionen más rápido ante cualquier desafío, como son: la mejora del time-to-market, unas altas capacidades de escalabilidad, reducción de costes o simplificar y favorecer las estrategias DevOps.
Según el informe de la consultora Quint Wellington Redwood, en España el sector del cloud computing alcanzaría una facturación de 1.600 millones de euros en 2020, multiplicando por seis el negocio respecto a 2017. A pesar de este crecimiento, el informe también destaca que casi el 80% de las firmas españolas estarían dedicando menos del 15% de su presupuesto al cloud. Con estos datos como telón de fondo, desde Liferay recuerdan cuatro ventajas principales de las que se estarían beneficiando las empresas con implementaciones en la nube:
1. Reducción de costes: Implementar un software a través de una solución cloud pública reduce tanto los costes de infraestructura como los de TI y mantenimiento. Así, la implementación de una solución cloud, generalmente tendrá un menor número de costes asociados.
2. Mayor flexibilidad: Las soluciones cloud permiten una reacción más ágil ante las demandas de cualquier negocio. Cuando el crecimiento, una crisis puntual o la mera estacionalidad cambian las necesidades, la flexibilidad que presenta esta modalidad permite que se responda de la forma correcta y a tiempo, con una solución adecuada. Algo que revierte, además, en una mejor experiencia para el usuario (tanto interno, como externo), permitiendo con ello que sus actividades asociadas queden garantizadas.
3. Time-to-market más rápido: Relacionado con el punto anterior, la implementación de nuevas soluciones o evolución de las existentes se hace más ágil con una infraestructura de nube pública. Desde el principio, los desarrolladores cuentan con todo lo necesario para llevar a cabo los desarrollos pertinentes que demande el contexto – desde la infraestructura, hasta los entornos- lo que revierte en una disminución del time-to-market de estas soluciones, aportando valor al negocio y garantizando su continuidad con la máxima rapidez.
4. Facilidad de uso: En general, las soluciones en la nube simplifican la gestión de la infraestructura. Los equipos de TI ya no necesitan mantener servidores físicos y, en cambio, pueden utilizar interfaces de las soluciones cloud para facilitar la configuración y la monitorización.