Las empresas tecnológicas de alto crecimiento han sido las más afectadas por los recientes cambios del mercado, sin embargo, se espera que el 70% de las compañías aumenten los presupuestos en tecnología en 2023 o los mantengan, según el nuevo estudio de Bain & Company. El tercer informe global sobre tecnología de la consultora estratégica, muestra que, a pesar de la actual coyuntura económica, la tecnología seguirá siendo una inversión fundamental y la principal vía de productividad en las empresas de todo el mundo.
“Existen un conjunto de fuerzas muy poderosas que están cambiando radicalmente la estructura del mercado y que no han hecho sino acelerarse en los últimos tiempos”, afirma Alberto Hijosa, socio asociado de la práctica de Tecnología de Bain & Company en Madrid. “En ese contexto, Europa se está quedando fuera en la configuración del nuevo mapa competitivo, ya sea en los ámbitos de Cloud, la Inteligencia Artificial, o la manufactura de chips”.
Las empresas se plantean cómo aprovechar las nuevas tecnologías en un contexto de tendencias geopolíticas, macroeconómicas y de innovación sin precedentes. El último informe de Bain & Company aborda algunos de los temas que se analizan, entre otros:
El distanciamiento entre EE.UU. y China se intensifican, y el impacto se propaga
El aumento del distanciamiento entre las dos mayores economías del mundo es más rápido, amplio y profundo de lo que se había previsto. Mientras EE.UU. intensifica la regulación y supervisión de las empresas chinas, China se ha comprometido a destinar 1,4 billones de dólares a lo largo de cinco años para construir tecnologías e infraestructuras digitales estratégicas de ámbito nacional. Esto se produce en un momento en que el internet chino se aleja de la red global con el fin de desarrollar su versión local.
Mientras tanto, la mitad de los CIOs y CTOs encuestados por Bain & Company en junio dijeron que la política china de “cero-Covid” había repercutido a sus compañías, y al menos una docena de grandes empresas tecnológicas estadounidenses señalaron que el bloqueo de Shanghái era la causa de que no se cumplieran las previsiones de ingresos y beneficios trimestrales.
Mientras se mantienen las restricciones comerciales entre EE.UU. y China, la Ley CHIPS for America, que establece inversiones e incentivos para apoyar la fabricación de semiconductores en EE.UU., actividades independientes de I+D y la cadena de suministro, ha entrado en vigor. A pesar de ello, la empresa china Semiconductor Manufacturing International Corp. figura en la lista del Departamento de Comercio de EE.UU. que limita el acceso de la empresa a tecnologías clave de Estados Unidos.
¿Cuándo terminará la escasez de chips?
¿Cuándo se recuperará mi empresa? Eso es lo que se preguntan muchos directivos del sector tecnológico mientras continúa la escasez mundial de chips. Según el análisis de Bain & Company, mientras que algunas empresas empiezan a experimentar una mejoría este año, otras tendrán que esperar hasta 2024 o más para empezar a recuperarse. Pero incluso con las recientes inversiones y los signos de mejora, se espera que ese periodo de recuperación sea desigual y dependa de diversas circunstancias que están fuera del control de los directivos. Entre ellas, el retroceso (pull-back) de la demanda de chips, la escasez de equipos de litografía ultravioleta extrema (EUV) (una maquinaria de cuello de botella que necesitan los fabricantes de chips) y la situación actual de las tensiones geopolíticas. Debido a estas limitaciones, Bain & Company recomienda que las empresas tecnológicas diseñen productos con una capacidad de recuperación flexible y evalúen los riesgos con regularidad.
Empresas tradicionales contra empresas disruptivas: la mejor defensa es el ataque
Las empresas tradicionales de software se enfrentan a una competencia cada vez mayor, pero pueden recuperar su ventaja con un plan que les permita romper con la competencia. Más de 90 empresas tecnológicas fueron encuestadas recientemente por Bain & Company, y casi la mitad de ellas manifestaron que carecen de una capacidad sólida para identificar a los agentes disruptivos en sus mercados principales; casi la mitad también dijo que veían las amenazas disruptivas a la posición de la cuota de mercado de su empresa como leves o no críticas en absoluto, y sólo el 5% vio tales amenazas como graves.
“En gran medida, el valor viene determinado por la innovación y el aumento de los ingresos, y en la actualidad el sector tecnológico se ha visto muy afectado”, afirma David Crawford, responsable global del departamento de Tecnología de Bain & Company. “Aun así, los directores de sistemas y TI (CIOs) y los directores de tecnología (CTOs) están incrementando su gasto en tecnología. Son cada vez más los líderes empresariales que ven la tecnología como una inversión para impulsar la productividad, la velocidad y la competitividad, aunque el entorno presupuestario sea complejo”.
A pesar de las tendencias disruptivas, más del 75% de las inversiones de capital riesgo (private equity) más importantes de los últimos años se destinaron a empresas de infraestructura de TI y de software empresarial centrado en la industria, lo que refleja el potencial que existe para la innovación. Bain & Company recuerda a las empresas que las organizaciones con más éxito se desmarcan de la mentalidad tradicional, vigilan eficazmente las amenazas empresariales emergentes, invierten en una clara estrategia de I+D y de fusiones y adquisiciones, y se transforman sin miedo.