POWER, QUALITY y CONTROL: Así es PQC

Publicado el 20 Feb 2020

plantilla de PQC

Por Garcerán Rojas, presidente de PQC

Va a hacer pronto 25 años de la constitución de PQC, cuyo nombre para el primer registro fue P.Q.C. Power Quality Control, ha permanecido inalterada esta identidad durante todo el tiempo transcurrido desde entonces (y confiamos en que así siga siendo por mucho más). El concepto Power Quality fue el origen de la creación de PQC y nos ha acompañado siempre como muestra de nuestro inequívoco origen eléctrico, mientras que el término Control, de alguna forma, acotaba los alcances de la especialidad constituyendo, en conjunto con los anteriores, un concepto único.

Eran tiempos donde casi nadie no sólo estudiaba, sino que ni siquiera conocía una especialidad que fue tomando cuerpo con los años y en la que los pocos que transitaban por ella lo hacían vendiendo soluciones genéricas a problemas concretos. Cada uno la suya, fuese o no la correcta para cada aplicación. En ese mercado, irrumpimos como independientes y esa seña de marca nos ha acompañado hasta el presente. Fue, sin embargo, la propia evolución de la compañía la que nos fue posicionando en un mercado donde, quizás, aquel inicial planteamiento se haya quedado muy corto, pero en el que los términos constitutivos de nuestra identidad no sólo siguen siendo válidos, sino que cobran una evidente fuerza cuando se proponen de forma individual como pilares de la empresa. Power, Quality y Control.

Power, como base de todo y especialidad primigenia. Fue la que nos permitió acceder a los primeros trabajos y nos abrió la puerta de entrada a los data centers y otras instalaciones de misión crítica. Y en esta nueva vía, aunque el tema de la PQ no resultaba extraño del todo, sí que quedaba algo relegado por el de la continuidad del servicio, que era lo que traía en jaque, y sigue haciéndolo un cuarto de siglo más tarde, a los responsables de este tipo de entornos. La Power, aunque en ciertos momentos y no sabemos muy bien por qué, rivalizando con el cooling en cuanto al peso de cada cuál en el conjunto de las infraestructuras electromecánicas, resulta la pieza clave de este engranaje y se encuentra en todo momento en el punto de mira de la disponibilidad general del servicio.

Quality, como complemento inseparable de cada trabajo bien hecho, en esa permanente búsqueda de la perfección o, más bien, de una posición lo más cerca posible de ella que el mercado esté dispuesto a pagar. En un sector donde se observan habitualmente situaciones que han dado lugar a artículos como “el pacto de tristeza, los proyectos Frankenstein, el proyecto regalado, la baja necesaria, ganorabakos, en cabeza de carnero negro, los brindis al sol o el pobre va siempre dos veces a la tienda”, mantener una constante alta en el nivel de cada servicio entregado no es sencillo, pero el tiempo pone a cada quien en su lugar y la calidad, si logras mantenerla contra viento y marea, constituye un excelente cimiento para asentar el futuro. Una calidad, además, transversal a todas las especialidades que han ido incorporándose a la propuesta de PQC.

Por último, y para evitar que la fuerza desbocada constituya un peligro a veces peor que el de la propia debilidad, el Control se erige en pieza básica para todas y cada una de las operaciones. Desde el propio control interno sobre las responsabilidades y dedicaciones, hasta el que se ejerce sobre terceros en nuestra creciente intervención como gestores de proyectos de elevada inversión y mayor nivel de criticidad. Y todo ello, sin que acción alguna de las que hayan conformado nuestra historia, haya tenido relación con otra venta diferente de la propia de asesoría y consultoría, es decir, sin vínculo con productos, lo que deviene en la absoluta independencia ya grabada a fuego en nuestra imagen de marca. Fuerza, Calidad y Control son atributos asociados, por tanto, a las personas y en estas radica la estructura portante de la empresa. Con una media de permanencia, en España, superior a los 10 años, incluyendo aquí el aumento de plantilla registrado durante los últimos tres, la garantía de continuidad es muy amplia y la relación con los clientes afianzada sobre vínculos claramente profesionales, pero donde se atisba una innegable componente personal.

Al inicio, los análisis de sucesos, las auditorías sobre data centers en uso y los estudios específicos abrieron el camino y los tipos de trabajo y las especialidades incorporadas fueron tomando posición. Los proyectos de reingeniería y su intrínseca dificultad, tan relacionados con PQC a lo largo de los años, los assessment, las primeras actividades de commissioning, los diseños conceptuales y de detalle, la consultoría de confianza, los gerenciamientos de obra y otras formas de PMO, la ingeniería de mantenimiento y sostenibilidad operativa y el acompañamiento a las distintas certificaciones fueron ampliando el terreno de juego y permitieron el desarrollo e incorporación de herramientas como CFD o BIM.

Por su parte, a los especialistas mecánicos para cubrir una sección ya presente en PQC desde hace 15 años, se sumaron el ya nutrido departamento de arquitectura y los de seguridad física y lógica complementarias a la parte electromecánica. Y a todo ello, añadir los pasos dados hacia la internacionalización con una actividad que, en 2019, ha supuesto la realización de trabajos en nueve países distintos (Arabia Saudí, Argentina, Colombia, Chile, España, Japón, México, Portugal y Perú), y donde ya un elevado porcentaje de la producción anual tiene esos mercados internacionales como destino.

En el fondo de todo, la seguridad en la continuidad del suministro electromecánico, la optimización permanente de la eficiencia energética, el máximo nivel en los entregables asociados a cualquiera de los trabajos, el más estricto control de los procesos y de sus costes, la consumada especialización en entornos críticos, siendo su máximo exponente el de los data centers y el valor añadido a la cadena de responsabilidades que sustenta todo el proceso de su diseño, construcción, puesta en marcha y operación. Y hacerlo, además, consiguiendo que por encima de un 85% de la producción se lleve a cabo para clientes recurrentes, como muestra inequívoca de un índice máximo de satisfacción. Sobre esa base se sostiene PQC, la de los atributos asociados a las personas que la representan: POWER, QUALITY Y CONTROL.

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Redacción RedesTelecom

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