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Equinix y Alice & Bob trabajarán en computación cuántica en España



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Alice & Bob es una empresa de computación cuántica, y en virtud de esta alianza, los clientes de Equinix en España se beneficiarán del acceso seguro su tecnología por medio de Equinix Metal y Equinix Fabric

Publicado el 23 nov 2023



Equinix y Alice & Bob trabajarán en computación cuántica en España
Equinix y Alice & Bob trabajarán en computación cuántica en España

Equinix ha anunciado su colaboración con Alice & Bob, una empresa de computación cuántica que desarrolla un procesador cuántico. Gracias a esta asociación, los clientes de Equinix en España y en todo el mundo se beneficiarán del acceso seguro a la tecnología cuántica de vanguardia de Alice & Bob por medio de Equinix Metal y Equinix Fabric, así como de los servicios de estrategia cuántica de Alice & Bob.

La computación cuántica es una tecnología transformadora que permite a los usuarios realizar tareas de computación intensiva como la simulación, la optimización, el aprendizaje automático y la criptografía. Aunque todavía se encuentra en sus primeras etapas, tiene el potencial de revolucionar varios procesos de la industria, cambiar nuestra comprensión del universo e incluso ayudar a frenar el cambio climático.

Tecnología cuántica autocorrectiva

La tecnología de Alice & Bob, fruto de una investigación llevada a cabo en laboratorios franceses e internacionales, se encuentra en una posición única para ayudar a las empresas a acelerar la innovación y preparar su oferta para el futuro. Mientras que los ordenadores cuánticos actuales pueden sufrir errores de computación que les impiden cumplir sus promesas teóricas, Alice & Bob está desarrollando una tecnología patentada de bit cuántico superconductor autocorrectivo: el gato qubit (en alusión al gato de Schrödinger). Los gatos qubits habilitan un camino mucho más sencillo hacia la computación cuántica, universal y tolerante a fallos, con el potencial de transformar la promesa de la computación cuántica en una ventaja comercial decisiva.

Se prevé que algunas industrias que dependen de la potencia de cómputo de alta intensidad, como la energía sostenible, los productos químicos, los productos farmacéuticos y los servicios financieros, cambiarán radicalmente gracias a esta tecnología para 2035 y podrían obtener un valor de hasta 1,3 billones de dólares.

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