Desde que comenzó la crisis sanitaria provocada por la COVID-19, se ha hablado del impacto medioambiental generado por el aumento de las videollamadas o por los servicios de streaming. La razón es que el aumento de los datos tiene consecuencias de cara a la huella de carbono de las empresas.
La forma tradicional en que las organizaciones gestionan su entorno de datos es, a día de hoy, insostenible. Sin embargo, hay medidas que se pueden tomar para modernizar el entorno de datos y reducir la huella medioambiental de los mismos.
Commvault plantea cinco preguntas que las empresas deben hacerse para ver si están gestionando sus datos de una forma sostenible:
1. ¿Necesitas todas las copias de datos que estás creando?
Es probable que estés creando muchas copias de los mismos datos para varios propósitos. Almacenados en sus propios silos, sin gestionar, creciendo y sin que nunca sean eliminados. La capacidad de tomar el control de esta situación una solución integral que emplea políticas automatizadas reducirá tu huella de datos significativamente.
2. ¿Puedes reutilizar los datos para otros usos sin hacer copias?
Los métodos tradicionales de copia de seguridad y archivo son de un solo uso, al igual que las pajitas de plástico, así que ¿por qué no combinar la copia de seguridad y el archivo en una sola plataforma de datos, que permitirá reutilizar los datos para otros usos, como fuente de aprendizaje automático o de gobierno de datos, por poner dos ejemplos?
3. ¿Tienes datos ROT?
Los datos ROT (redundantes, obsoletos o triviales) son el peor tipo de datos. ¿Sabes siquiera dónde se encuentran? Descubrir los datos ROT y gestionarlos a escala se ha vuelto más fácil que nunca, lo que significa reducir de forma inteligente las necesidades de almacenamiento de datos.
4. ¿Sigues duplicando la infraestructura para la recuperación de desastres?
Los enfoques heredados de recuperación ante desastres (DR) requieren reflejar la infraestructura de producción. Eso implica duplicar recursos. Hoy en día, con las herramientas y la automatización adecuadas, se puede trasladar la DR a la nube y obtener grandes ahorros financieros mientras se hace de la recuperación ante desastres una herramienta más sostenible.
5. ¿Es la nube ecológica?
Las máquinas virtuales en la nube son más ecológicas. De hecho, pueden ser entre 3,75 y 6 veces más eficientes de lo que pueden serlo en entornos on-premise. De hecho, algunos de los proveedores de nube más populares están trabajando para alimentar sus centros de datos con energías renovables.
Aplicando medidas para reducir la cantidad de datos que almacena y maneja una empresa y aplicando una gestión inteligente de los mismos es posible mejorar la sostenibilidad mientras se ahorran costes y energía.