La transformación digital no solo es necesaria. También es sostenible. Así de tajante se muestran los resultados del informe “Digitalización, sostenibilidad y centros de datos”, elaborado por Afi, y presentado en Madrid de la mano de Interxion y adigital, que concluyen que la digitalización es hoy condición necesaria para garantizar el crecimiento y para alcanzar la sostenibilidad medioambiental por su contribución a la descarbonización de la economía.
Según datos del Gobierno, el PIB español está digitalizado al 22%, con el reto de alcanzar un 40% en 2030. Además, en tiempos de pandemia, la economía cayó un 15%, pero las pymes que supieron digitalizarse crecieron un 5%. Ante estas cifras cabría preguntarse si esa digitalización genera un impacto negativo en la huella de carbono, pero el estudio demuestra que no. Y es que por cada punto de aumento del índice de digitalización europeo DESI se consigue un ahorro en emisiones de CO2 en torno a las 142.000 toneladas. Curiosamente, España tiene hoy un posicionamiento más que privilegiado en dicho índice, ya que “en muy poco tiempo hemos pasado de la posición 14 a la novena posición del año pasada, y la séptima actual, lo que significa que España ha avanzado muy rápidamente en digitalización frente a otros países europeos punteros”, opina César Tello, director general de Adigital.
Para hacerse una idea de cuánto suponen 142.000 toneladas de CO2, equivaldría a “toda la huella de carbono de todo el sector financiero en España”, de acuerdo con Tello. Una cantidad nada desdeñable. En el estudio, la digitalización se relaciona como una U-invertida con las emisiones de CO2 per cápita: hay un patrón de aumento de emisiones en niveles de baja digitalización que, tras alcanzar un umbral, invierte la tendencia, de manera que mayores tasas de digitalización implican mejores resultados en indicadores de sostenibilidad medioambiental. En Europa ese punto de inflexión se corresponde con una puntuación DESI de 48,8, a partir del cual, un punto de crecimiento en el DESI reduce las emisiones de CO2 per cápita en 0,003 toneladas métricas.
Por materializar estos datos con ejemplos prácticos, Diego Vizcaíno, socio director de Economía Aplicada de Afi y su compañera Verónica López, directora del informe, han hecho alusión a los ahorros de emisiones que se podrían conseguir con gestos tan simples como recurrir a pagos digitales frentes al dinero en efectivo, el teletrabajo frente al trabajo presencial, o incluso la reducción de reuniones presenciales versus telemáticas. Gestos que forman parte de la digitalización y que se traducen en una sostenibilidad a largo plazo al reducir las emisiones motivadas por los desplazamientos y el transporte.
La digitalización está transformando sectores digitales económicos y en el caso de España permitiría reducir en 4,8 millones sus emisiones anuales de CO2.
El papel de los data center
Los centros de datos son infraestructuras críticas para soportar ese mundo digital. “La digitalización no existe sin estos servicios digitales, y sin estar en un lugar físico donde desarrollarse”, aclara Diego Vizcaíno. Por su parte, Robert Assink, director general de Interxion España, ha ofrecido unos datos de mercado interesantes, como que “según datos de 2020, los hiperescalares han tenido un crecimiento de un 231%, mientras que los colocation han crecido un 26%, a diferencia del data center tradicional, que ha sufrido una caída del 60%”. Definitivamente, la pandemia ha cambiado las reglas del juego, ya que el tráfico de Internet se ha multiplicado por 14, y las cargas de trabajo alojadas en un data center han aumentado siete veces. No obstante, por contraposición, “el consumo eléctrico en un CPD se ha mantenido”, asegura Assink.
¿Cómo asegurar el despliegue de los data center?
Sin embargo, el sector del data center necesita de una serie de condiciones que deberían garantizarse para poder escalar posiciones, hasta llegar a convertirse en el hub digital del Sur de Europa:
- Garantía de suministro de energía, que afortunadamente en Madrid presenta una calidad bastante aceptable y estable a ojos de Assink, frente a otros países europeos.
- Energías renovables.
- Suelo industrial, adaptado y adecuado a las necesidades que requiere un centro de datos
- Profesionales especializados. “No es un problema, pero sí requiere una atención”, admite el director de Interxion, señalando que ellos mismos están impulsado las carreras de FP especializadas en este ámbito.
- Conectividad y redundancia
- Regulación propia para la construcción de data centers. Y es que las actuales normas urbanísticas no acompañan.
- Como deseo, Assink pide la inclusión en el informe DESI como indicador de la digitalización